Los coletazos de ese escándalo mediático eran el otro motivo de cuestionamiento del kirchnerismo duro a Fernández y a su entorno, en el que estaba incluida obviamente Fabiola, que tenía agenda
propia, por fuera muchas veces del Presidente, y, describen, era poco receptiva a los planteos de bajar el perfil que le hacían quienes manejaban la comunicación en el gobierno de ese momento. Las sugerencias que podían hacerle desde ese área, que encabezaba Juan Pablo Biondi, a quien Yañez involucró en su denuncia, eran pedidos bastante lógicos, que tenían que ver simplemente con un pedido de moderación.