El año pasado, los investigadores dijeron que había un 60% de probabilidades de que un terremoto de magnitud 8 a 9, incluso más devastador que el de 2011 que asoló la
costa noreste del país y dejó fuera de servicio los sistemas de refrigeración de la planta nuclear de FukushimaDaiichi, ocurriera en la zona de la fosa en los próximos 20 años.