El creador de la bicicleta de José “Maligno” Torres, Carlos Karabitian, produce 70. mil bicicletas anualmente y tiene al ganador de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París
2024 como la figura de la empresa.
Fundada por su padre en la década de 1950 en un garaje, su bicicletería tiene la planta en Córdoba y emplea a sesenta personas, llegando a un pico de producción de 130 mil unidades por año.
Esta evolución empresarial se asocia a la figura de José “Maligno” Torres, quien ganó la primera medalla de oro para Argentina en los Juegos Olímpicos de París, en una bicicleta producida por la misma fábrica.
Carlos Karabitian, quien dirige la empresa junto a su hermano, relató en una entrevista para La Nación que “desde pequeño estuvo inmerso en el mundo de las bicicletas”.
A pesar de su formación como contador y la de su hermano en Administración de Empresas, ambos impulsaron el crecimiento de la fábrica, que se especializa en bicicletas de media y alta gama, utilizando materiales como aluminio y carbono importados, dejando atrás el acero común.
El negocio se mantuvo con la reparación de bicicletas e importaciones hasta que, a principios del siglo XXI, comenzaron a fabricar sus propios modelos.
La demanda fue consistentemente buena, con un crecimiento notable después de la pandemia, cuando muchas personas optaron por el ciclismo.
Los precios de sus bicicletas varían entre los quinientos mil y los seis millones de pesos, dependiendo de las especificaciones como el modelo, tipo de suspensión y componentes electrónicos.
Uno de sus modelos más emblemáticos es la “bicicleta del Maligno”, construida de cromoly –un acero liviano– diseñada específicamente para las necesidades de los ciclistas, con atención en detalles como las medidas del manubrio y el asiento.
Esta bicicleta fue adaptada al cuerpo de Torres y resultó en un producto de alta calidad, que se reconoce como “la Fórmula 1 de las bicis de freestyle”.
Karabitian registró la marca Venzo, que se asocia a calidad mundial, primero en Argentina y luego cedió su uso internacional a una empresa en Taiwán.
Además, el equipo de competición de la firma incluye cincuenta ciclistas, entre ellos cinco que pertenecen a la Selección Argentina de mountain bike.
La atención al detalle, la sofisticación de los productos y la colaboración con los ciclistas para el desarrollo de nuevas bicicletas fueron las claves para el éxito de la empresa, según Karabitian.
La bicicleta del ganador de la medalla de oro fue pintada con los colores nacionales justo antes de los Juegos Olímpicos, marcando un hito en la historia de la marca y su vinculación con el deporte argentino.