El conflicto que estalló esta semana con los efectivos policiales en Misiones, a causa de reclamos salariales, parecía este domingo en procura de alcanzar acuerdos, y como muestra del grado de
optimismo con el que avanzaban las negociaciones se había dispuesto que las fuerzas de infantería que habían rodeado la sede del Comando Radioeléctrico policial se habían retirado, por lo que la zona lucía con menor grado de tensión.
El jefe de Policía provincial, comisario general Sandro Martínez, es quien centraliza las negociaciones entre uniformados y autoridades, tratando de acercar posiciones, aunque la delicada situación financiera del distrito no tenía demasiadas cartas a la hora de poder ofrecer las sensibles mejoras salariales que reclaman los policías para "volver a la normalidad"
"Todavía no hubo una oferta salarial concreta", se indicó, pero el hecho de que ya haya un canal fluido de negociaciones ha permitido que se mire el conflicto con mayor optimismo. "Se exploran alternativas para satisfacer las demandas de los trabajadores", agregó una fuente provincial.
El comisario Martínez logró el retiro de la Infantería que se había apostado frente al Comando Radioeléctrico el viernes, y también se indicó que este domingo arribaron a Posadas fuerzas federales enviadas desde Nación, conformadas por Policía Federal, Prefectura Naval y Gendarmería Nacional.
Del lado de los policías misioneros, los que llevan la representación en las negociaciones son los efectivos retirados Ramón Amarilla y Germán Palavecino, además de un comisario de apellido Gentili.
"Hay un principio de acuerdo, por eso se retiró a la infantería. El diálogo ha vuelto, y le demostramos al jefe que la seccional está funcionando normalmente, así que por favor no generemos nuevos conflictos ni peleas", indicó Palavecino, quien además indicó que como parte del acuerdo los policías estaban "devolviendo los móviles" tomados al inicio de la protesta.
Las fuerzas federales llegaron al lugar este domingo cerca de las 9:20, y eso generó un momento de tensión y hasta hubo algunos empujones con los policías locales en una de las esquinas lindantes con la seccional central, pero enseguida volvió la calma y la situación parecía a mediodía en camino de una solución.
NA/HB
