El artículo 140 de la Ley 24.660 de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad establece la posibilidad de reducir las condenas de aquellos internos "que completen y aprueben satisfactoriamente
total o parcialmente sus estudios primarios, secundarios, terciarios, universitarios, de posgrado". Estudiar en la prisión redunda en beneficios. Pero, como en todo, hecha la ley, hecha la trampa.