y Marcela Acuña, el matrimonio de líderes sociales más influyente de Chaco y con vínculos cercanos al por entonces gobernador de esa provincia, Jorge "Coqui" Capitanich.
La repercusión del hecho creció por la proximidad de las elecciones PASO en Chaco, donde los Sena eran precandidatos. En ese marco, la periodista Anabella Messina llegó a la provincia días después de que se conociera el caso para cubrir la información con el equipo de Telefé. Allí conoció a los amigos y familiares de Cecilia, entrevistó al Equipo Fiscal Especial a cargo de la investigación y escuchó a los acusados y sus defensores.
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Con todos los datos recolectados y su contacto con diversas fuentes, Messina sintió que los detalles de la investigación y la historia de la joven "no podían quedar solo en crónicas periodísticas", por lo que comenzó la idea de escribir un libro. Así comenzó Cecilia: el misterio del femicidio que conmocionó al poder, que edita Planeta, sobre el crimen que mantuvo en vilo al país.
Antes de que la Justicia determine la elevación a juicio por el hecho, la licenciada en Comunicación dialogó con PERFIL sobre este lanzamiento, que busca contar la historia de cada uno de los actores de este caso, atravesados por la violencia y las relaciones tóxicas y que, según explica la autora, fue "fundamental para queCapitanich pierda las elecciones" a gobernador.
Sobre su acercamiento al caso, dijo que la "convocaron para viajar Chaco desde el primer momento para hacer las coberturas" y que luego estuvo un mes en esa provincia ya que volvió "a viajar cuando estaba escribiendo el libro".
- En estos contactos con la gente en Chaco notaste que tuvieran miedo o que prefirieran mantener un perfil desconocido. ¿Recibieron amenazas?
Nosotros no recibimos amenazas, pero lo que más nos llamó la atención fue la reacción de los chaqueños. Cuando nos veían apostados frente a la Fiscalía con todas las cámaras, con la mayoría de los periodistas que habíamos viajado desde Buenos Aires, se acercaban casi hablándonos bajo, susurrándonos o nos pedían que los corriéramos de la mirada de las cámaras.
Nos contaron también de otros casos que no se resolvieron, y que sentían que podían tener visibilidad con lo que le pasó a Cecilia. De hecho, a mí hasta me llegaron a entregar una especie de cartita escrita a mano alzada de un vecino, contándome algo de lo que sabía.
- En el libro se conoce un montón de detalles sobre Cecilia y los demás involucrados. Quería que me definieras quién era Cecilia y quién es César Sena, su novio y un par de días su esposo.
Sí, llamativamente estuvieron cuatro días casados. El día que se casaron en el civil fueron solo los familiares y las amigas de Cecilia y un amigo de César. La familia de César no participó de esa ceremonia y esto ya empezó a marcar un quiebre fuerte en esta relación entre Cecilia y los padres de César. Recientemente se supo que la firma del divorcio de Cecilia fue falsificada.
Cecilia era una joven de 28 años que nació en Resistencia, se crió acompañada por su mamá y su tía abuela en Barranqueras y fue abandonada por su papá. Vivió y sufrió la violencia por parte de su padre hacia su madre y hacia ella también. Tenía muchas inquietudes, era una una chica que realmente hizo de todo porque le gustaba cocinar, le gustaba bailar, le gustaba la música. Era muy ordenada, como nos detallaba su mamá, Gloria, a niveles extremos. El orden siempre fue como su caballito de batalla.
Anabella Messina.
Conoció a César a través de una aplicación de citas. Hasta ese momento, ella había tenido un novio con el que cortó por situaciones de violencia y en pandemia conoció a César. Él tenía un perfil falso en Tinder: se hacía llamar Alejandro, decía que era arquitecto y que tenía 27 años, cuando en ese momento tenía 18. Cecilia estaba realmente enamorada de él pero era una relación tóxica. Se celaban y controlaban mucho, los dos.
- Qué relación tenían los padres de César con el exgobernador chaqueño Jorge Capitanich?
El vínculo entre Capitanich y Emerenciano Sena se remonta a los años 2000, cuando Capitanich estaba en el gobierno nacional y empezaron los primeros movimientos piqueteros en medio de una desocupación y pobreza fuertes. Cuando asume como gobernador, los lazos se estrecharon aún más y el Movimiento de Emerenciano Sena recibía aportes por parte del gobierno provincial.
Fuimos al barrio y pudimos hablar con los residentes. La verdad es que en cuanto a la distribución de esas viviendas y las posibilidades que se otorgó a estos vecinos fue un trabajo meritorio el que se hizo. Lo que sí se ponía en tela de juicio era justamente de qué manera se bajaban las órdenes, de qué manera se utilizaban los recursos del Estado en ese barrio.
- Creo que a más de uno le debe llamar la atención que el movimiento lleva el nombre de Emerenciano, el barrio también, algunos edificios públicos también.
Ellos estaban permanentemente ahí. Llegaban a las 7 de la mañana para hacer el reparto de tareas. Tenían una actividad política y social muy intensa, sobre todo en la campaña electoral del año pasado porque además eran candidatos. En el caso de Emerenciano a diputado provincial, y Marcela a intendenta de Resistencia.
Sí, es llamativo y de hecho hasta hay un libro que escribe Marcela Acuña sobre Emerenciano que el nombre es "Emerenciano, caudillo del Norte". Él tenía esa forma de tratar a los otros, con esa impronta de poder que había construido en sus años de dirigente.
Jorge Capitanich junto a Emerenciano Sena.
- ¿El caso se metió tan de lleno en la política que le costó la reelección a Capitanich o hubo otros factores que pesaron más, como un posible desgaste de gestión?
Fue fundamental. Te diría que el caso Cecilia fue letal para la postulación de Capitanich para renovar su mandato, pero también para su vida política. En estos momentos está retirado de la actividad y creo que eso ocurrió porque se minimizó mucho el caso.
No tomaron la dimensión de esta cercanía con los acusados y todos los cuestionamientos que había por detrás del manejo de dinero y el aporte del Estado hacia el movimiento Emerenciano.
- ¿Qué te generó a vos la cobertura de este caso? Porque además de periodista sos mujer y sos mamá, y este femicidio tiene ribetes muy macabros.
Fue un caso que me atravesó por completo. Por un lado, desde lo profesional, porque sentía que tenía una gran responsabilidad de poder dar a conocer cada una de las instancias de investigación judicial de las que fui participé como cronista. Por otro, desde lo personal. El hecho de ser mamá, de ser mujer también me atravesó en ese en ese sentido.
Una de las cosas que más me impactó fueron las dos marchas de pedido de justicia en las que estuve porque había muchas mujeres, muchas nenas y adolescentes que un poco se sentían con la obligación y la necesidad de decir basta. Y también muchos casos que no han tenido una respuesta por parte de la justicia con madres sin poder llorar a un hijo porque estaba desaparecido porque sigue sin investigar su muerte y su crimen.
Me conmovió mucho la historia de Cecilia con todo lo que vivió ella. Todavía falta un montón y seguramente pueda haber una ampliación de este libro cuando se resuelva el juicio finalmente.
