Lo que vino después de eso fue una rápida reacción, en tándem, de Bullrich y Macri para salir a convencer a Milei de que necesitaba el apoyo del PRO duro en
el balotaje. Sin avisarle a la mayor parte de los miembros del partido, armaron una reunión el 24 de octubre, dos días después de las generales, en la casa de Acassuso de Macri, a la que asistieron el ex presidente, Bullrich, Milei, Karina Milei, más algunos aliados como Diego Santilli y Cristian Ritondo. Ahí decidieron jugar todos juntos, aunque no hubo un compromiso de cargos políticos en un futuro gobierno.