“El Mocap que se compró no está funcionando. No pudimos usarlo para la película Quixote, ya que no dio los resultados esperados. Las imágenes que buscábamos, tuvimos que volver a hacerlas
a mano”, alertó en ese entonces a Clarín Gonzalo Gutiérrez, docente del curso Matte Painting, que se dictaba en el Laboratorio de Ciencia y Ficción de la UNSAM, Chrysalis, donde estaban alojados los equipos.