Los primeros restos de mandíbula de ictiosaurio gigante fueron hallados en 2016 cerca de la playa de Lilstock, al suroeste de Inglaterra, por el investigador Paul de la Salle, y
descritos en 2018 en una investigación liderada por el paleontólogo experto en ictiosaurios, Dean Lomax, de la Universidad de Manchester, autor también del presente estudio.