Fueron más de tres horas donde NTVG recorrió toda su discografía, alternando un puñado de gemas olvidadas con la impresionante cantidad de hits. Y como es sello distintivo del grupo, hubo
rock fuerte, ska, reggae, canciones mid-tempo y baladas, todo en el marco de un puesta espectacular, con un impecable sonido poderoso y un verdadero arsenal de luces dispuestas entre las gigantescas pantallas de video, asomando como ventanas de edificios, un quizás involuntario guiño al Nada personal de Soda Stereo en Obras 1986.