Los nombre se repiten a modo de actores fetiche, pero cada nueva producción salta de baldosa. Hay, tal vez, un humor exquisito de fondo que las aúna, hay en todas algo
del humor negro sin pizca de blanco, pero cada una atiende su propio juego, aquí de la mano de un sólido elenco español, con Aixa Villagrán como su secretaria, con Dani Rovira como su hijo, con Ana Wagener como la Ministra de Cultura, con José Sacristán y Ángela Molina como invitados de lujo.