La crueldad avanza y destruye todo en el Chaco

Chaco
Lectura

Fuerte con los débiles y débiles con los fuertes, es la actitud de los genuflexos dirigentes que habitan la fauna politiquera y ejercen un cargo, le ponen el

mote de “ñoqui” a una persona y lo dejan sin trabajo condenando a una familia a la carencia de alimentos, educación, salud, vivienda, en fin, lo expulsan del sistema, todo esto con el fin de demonizar y sacar rédito político, “hacen lugar” para sus parientes, desvisten un santo para vestir otro, reza un dicho

popular, montados en la crueldad del poder político arremeten contra los que se encuentran desguarnecidos, los que solo dependen de esa entrada para llevar el sustento al rancho y hacer caminar la morocha (la olla negra). Es el diseño de la vieja política. Los gobiernos conservadores y liberales siempre hicieron lo mismo, colocan el odio delante del carro y le dan chicote al que no piensa como ellos, es una metodología bien marcada para debilitar al adversario, usan la perversidad del poder y sus privilegios para someter, la política es la mejor herramienta para transformar la realidad pero en las manos incorrectas se transforma en una arma de destrucción masiva. Pero no es una novedad toda esta realidad, se va repitiendo por ciclos, es como “el eterno retorno” de Friedrich Nietzsche, una de las premisas que plantea en su obra más famosa “Así hablo Zaratustra”, el superhombre ha de reemplazar a Dios y servir al hombre como modelo, para permitirle crecer por encima de su mediocridad, pura chachara, de esos escritos nacieron dictaduras, genocidios y barbaridades como las de Javier Milei, el estado no es el veneno y él no es el Súper Hombre de Nietzsche, es el último hombre, el hombre mediocre que describe José Ingenieros, no se puede construir nada nuevo montados sobre viejos esquemas de regresión que expulsan y persiguen, los mediocres tienen miedo, no recrean el futuro, conservan lo poco que pudieron conseguir, como no crean nuevas fuentes de trabajo con espíritu de inclusión, vacían las obras que existen, no gestionan nuevas obras públicas para necesitar nuevos empleos, se apropian de las obras de gestiones anteriores, por eso terminan fracasando, no vuelan, se arrastran, se pelean para ver quien hace más daño, y no, no son locos, porque los locos no saben lo que hacen, son psicópatas, disfrutan con cada acto de injusticia que comenten, es pate de su perversión, los capaces no tienen miedo porque saben construir, como ya lo hicieron, tienen la capacidad de volverlo hacer, por eso Perón solía advertir que “prefería un malo a un bruto porque vi a muchos malos hacerse buenos pero nunca a un bruto volverse inteligente”, sigan despidiendo, sigan excluyendo, sigan persiguiendo y discriminado, los tiempos cambiaron y los triunfos no son para siempre y las derrotas tampoco, hay un 2025.