Fue entonces que tras forzar la entrada a la habitación matrimonial, se descubrió una escena dramática: Florencia Susana Guiñazú (30) yacía en el suelo, con signos de violencia y hematomas por
todo el cuerpo, mientras que Ignacio Noto (32), en el otro extremo del cuarto, también se encontraba sin signos vitales.