El sábado 9 de marzo a las 23.42 Bruno Bussanich (25) fue asesinado de un disparo en la cabeza en la estación de servicio Puma de Rosario en la que trabajaba.
Estaba en una cabina frente a una computadora cuando el sicario lo ejecutó y dejó un mensaje con una amenaza dirigida al gobernador Maximiliano Pullaro.
Veinte días después, la Policía de Investigaciones (PDI) de Santa Fe anunció la detención del presunto autor material. Se trata de un adolescente de 15 años que no podrá ser sometido a un proceso penal y tampoco condenado por el delito que cometió.
El chico fue identificado gracias al aporte de dos testigos que declararon por el ofrecimiento de recompensa de 10 millones de pesos a cambio de información. Hubo cientos de llamados y mensajes en estas últimas semanas, pero solo dos sirvieron para dar con el supuesto autor. “Las investigaciones apuntaron siempre contra esta persona. La recompensa puesta por el gobierno de Santa Fe ha sido útil ya que la colaboración fue de mucha importancia”, reconoció el fiscal Adrián Spelta.
Según fuentes del caso, uno de los informantes aseguró que lo reconoció porque estaba en la estación de servicio cuando el playero fue asesinado. El otro testigo identificó a la misma persona pero contó que lo escuchó decir a otro adolescente que era él el que había asesinado al empleado de la estación de servicio.
Con esos datos, más el análisis de las cámaras de seguridad y nuevos testigos, los fiscales Patricio Saldutti y Adrián Spelta pidieron una serie de allanamientos en el barrio Fontanarrosa, también conocido como Zona Cero de Rosario, en el noroeste de la ciudad.
Los funcionarios, junto a efectivos de la PDI, encabezaron los procedimientos en los que finalmente pudieron ubicar y demorar al chico de 15 años que presuntamente asesinó al playero en medio de una ola de atentados narco y asesinatos que aterrorizó a toda la ciudad.
Según las fuentes, el chico, que se había teñido el pelo para no ser reconocido, vivía con su mamá y la pareja de ella se encuentra detenida en la cárcel de Coronda.
Tras ser arrestado, el menor quedó a disposición de la Justicia de Menores, que deberá resolver en los próximos días si finalmente decide su internación en un hogar de niñez. “Quedaría bajo un tratamiento a cargo de Niñez, que debería determinar el futuro y quedar al resguardo”, explicó el fiscal Spelta, jefe de la Unidad de Homicidios Dolosos.
La detención del sospechoso llegó después de varios operativos fallidos y la aprehensión de tres jóvenes que poco después fueron puestos en libertad por falta de pruebas.
Pese al avance, la causa no está cerrada ni mucho menos: todavía resta saber quién es el sujeto que lo llevó hasta la estación de servicio Puma en un Fiat Duna (que después fue incendiado en las calles Furlong y White) y quiénes dieron la orden para que ejecutara al playero y dejara el mensaje.
“Lo que queda por investigar es determinar algún material de los hechos concretamente. Esto nos indica que hay más personas por detrás y la Fiscalía no va a descansar hasta no dar con ellos”, reconoció el fiscal Spelta.
La principal sospecha apunta a la cárcel de Piñero, donde las autoridades endurecieron las condiciones de alojamiento a los presos de “alto perfil” y los fotografiaron semidesnudos.
El crimen. Bussanich estaba solo en el box de la estación de servicio ubicada en la calle Mendoza al 7600, silbando una canción y revisando un ticket cuando fue sorprendido por un sicario que llevaba puesta una campera con capucha.
Desde la puerta, y sin mediar palabra, levantó su brazo derecho y lo ejecutó a tiros provocándole la muerte de manera instantánea. El agresor, además, dejó en el lugar un mensaje que decía: “Esta guerra no es por el territorio, es contra Pullaro y Cococcioni. Así como nosotros llegamos a 300 muertos, estando unidos vamos a matar a más inocentes por año”.
El playero era hincha de Rosario Central y estaba de novio. El año pasado, junto a su madre, había fiscalizado para La Libertad Avanza (LLA) en las elecciones presidenciales y hasta viajó a Buenos Aires para la asunción del presidente Javier Milei.
“Amaba a Milei y un hdp me lo mató. Necesito comunicarme con usted a la brevedad”, le escribió Victoria Vanesa Oviedo al mandatario desde su cuenta de X.
De acuerdo a su perfil de LinkedIn, el playero estaba buscando empleo como técnico de mantenimiento, técnico electromecánico, oficial técnico o analista de calidad. Había asistido a la EETP Nº 466 (ex-Escuela Técnica N° 4) y en la red social destinada al mundo laboral se presentaba de la siguiente manera: “Estoy preparado para realizar todo tipo de tareas del área técnica, esto abarca desde interpretar y/o realizar planos hasta utilizar un torno o una fresadora (computarizados o no). Me gusta el trabajo en equipo, mi objetivo es adquirir experiencia para formarme como profesional”.
El caso conmovió a todos y se sumó a los homicidios cometidos durante esa semana de los dos taxistas, Diego Alejandro Celentano (38) y Héctor Raúl Figueroa (43), y el colectivero Marcos Iván Daloia (39).
Los cuatro casos tienen algunos puntos en común. Celentano y Figueroa fueron asesinados con una misma pistola, igual a la que además se utilizó en el atentado contra la Comisaría 15 de Rosario, el 7 de marzo pasado. En estos hechos los tiradores usaron cartuchos con inscripción “PSF”, que son las que provee el Estado provincial a la Policía de Santa Fe.
Bussanich y Daloia fueron ejecutados a pocas cuadras de distancia pero en distintos días y horarios. En ambos ataques utilizaron una pistola 9 milímetros pero no sería la misma.
El debate por los menores
Javier Milei reaccionó a la detención del menor presuntamente vinculado con el asesinato del playero Bruno Bussanich. Desde su cuenta de X, el Presidente respondió a una publicación de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, con una frase que suele usar ella: “El que las hace las paga”, escribió el mandatario.
Poco después, el vocero presidencial, Manuel Adorni, reposteó el anuncio de Bullrich aunque agregó un mensaje confuso: “Se logró detener al asesino que fusiló al playero en Rosario: tiene 15 años. Delito de adulto, pena de adulto”, tuiteó. El acusado es un menor no punible, y por lo tanto no puede ser juzgado ni condenado.
La ministra sumó al debate el tema de la Ley de Imputabilidad: “Es nuestra obligación que se haga justicia”, expresó la excandidata a presidenta, y agregó: “Ya está entrando al Congreso de la Nación la Ley de Imputabilidad, para que nunca más crímenes como estos queden impunes”.
Jimena López, novia de la víctima, opinó en la misma línea: “Si puede matar, puede asumir las consecuencias de sus actos. Es esencial que se tomen medidas para prevenir otros futuros actos de violencia”.
