¿Dónde está Abelo? El asesino de Recoleta no aparece y buscan pistas en las cámaras

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Luis “Abelo” Guzmán (43) no aparece. Ya pasaron más de 48 horas del brutal asesinato de Germán Medina (33), el colorista que fue ejecutado de un disparo en la peluquería Verdini

del barrio porteño de Recoleta, y su paradero sigue siendo un verdadero misterio.

Hasta el jueves a la noche el juez que investiga el crimen, Javier Sánchez Sarmiento, ordenó un solo allanamiento y el resultado fue negativo. De acuerdo con los datos que manejan los investigadores del caso, el acusado vive en la localidad bonaerense de Merlo y tiene familiares en la ciudad de Buenos Aires, Ituzaingó y hasta en la provincia de Santiago del Estero.

En los domicilios que presuntamente frecuentaba no lo encontraron pero los detectives sospechan que su círculo familiar más cercano podría estar protegiéndolo porque llamativamente sus teléfonos celulares están inactivos desde que se conoció el crimen.

El acusado tiene cinco hermanos, varios primos y pocos amigos. La División Homicidios de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires está abocada a su búsqueda. En las últimas horas se sumó también el gabinete de Búsqueda de Prófugos y la Policía de Buenos Aires, porque una de las sospechas es que el acusado podría encontrarse en el conurbano bonaerense.

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De acuerdo a los voceros, “se trabaja con testigos y con cámaras de seguridad” para tratar de establecer adónde se dirigió el asesino después de matar de un disparo a Medina en el interior de la peluquería de la calle Beruti 3017.

Lo que se sabe hasta el momento es que Abelo, que trabajaba desde hacía once años como alisador con Verdini, salió del local por una ventana que le abrió el propio dueño. El homicida tenía llave de la peluquería pero en la desesperación por salir no la encontró. De hecho, muchas veces se encargaba de abrir y cerrar el local.

Los investigadores están convencidos de que Abelo planificó el crimen con antelación porque había perdido clientes y horas de trabajo desde que llegó Medina. También creen que su plan original era “matarlos a todos”.

La víctima se sumó al staff de la peluquería hacía poco más de un año y, si bien su tarea era la de colorista, había tenido varios roces con Guzmán. Los empleados de Verdini cobran una comisión de entre 20 y 30 por ciento por trabajo. Un alisado, por ejemplo, cuesta cerca de 60 mil pesos.

Los testigos coincidieron en que la relación entre el asesino, sus compañeros y el dueño no era buena, pese a la cantidad de años que hacía que trabajaba. Guzmán era el empleado con mayor antigüedad. Otro dato que surgió en las últimas horas es que el tirador había dejado de trabajar los martes porque varias clientas se habrían quejado de sus reacciones.

Además, trascendió que el dueño pensaba mudarse a un nuevo local en el shopping Alto Palermo y aparentemente tenía decidido no contar más con sus servicios. Para no dejarlo en la calle, le habría propuesto que se quede con el negocio de Recoleta, pero de manera particular. Todos estos datos coinciden en un punto: la relación comercial de Guzmán con sus compañeros y el empleador estaba rota hace rato.

Sangre fría. Abelo ejecutó a su compañero cuando la peluquería de la calle Beruti había cerrado sus puertas. Adentro habían quedado el dueño, Facundo Verdini; el encargado del local, Charly Azorín; el colorista Germán Medina y Noelia, una empleada nueva. Eran las 20.07.

Menos el colorista todos estaban sentados en una suerte de ronda y tomando cerveza. En el video de la cámara de seguridad, Guzmán parece callado hasta que en un momento interviene y empieza a discutir con Verdini. Cuando saca el arma de la cintura increpa varias veces a Medina, quien parece no inmutarse demasiado. El agresor hace ademanes con su mano izquierda y lo señala varias veces. 51 segundos después le apunta a la cabeza y lo mata de un disparo.

Lo que sigue después es confusión, pánico, desesperación. Guzmán corre en dirección a la salida y casi todos buscan refugio porque temían que el alisador siguiera disparando.

Para Alejandro Cipolla, el abogado que representa al dueño de la peluquería, el plan de Guzmán era matar a Verdini. “Hay un video que aportó el dueño, en el que se ve a esta persona que se va corriendo por el pasillo para ir a buscar y matarlo. La idea principal de Guzmán era matarlo a él”, dijo el letrado, en declaraciones a Crónica TV.

Cipolla coincidió con los investigadores en que el asesinato de Medina fue planificado: “Fue todo muy premeditado. Un crimen tipo sicario. Nunca había visto algo así”.

Sobre el móvil aseguró que el asesino “iba a ser desvinculado de la empresa, porque su comportamiento era muy problemático”.

El abogado contó además que los testigos del crimen están angustiados y con miedo porque el homicida no aparece. “Estás ahí y de repente alguien saca un arma y le mete un balazo a otra persona y lo ves muerto, la mayoría de la gente queda shockeada”, señaló.

Cipolla agregó que “hay otros videos del hecho que van a ser aportados a la Justicia por parte de Verdini” y consideró que “nadie hubiese esperado que esto sucediera en una peluquería”.

“Verdini está preocupado –dijo sobre su cliente–, porque teme por su vida si la Policía no llega a encontrar a Guzmán. En el video se lo ve apuntar de una manera muy fría y lo mata. Esta persona ya está jugada y Verdini tiene miedo, ya que solo hay un policía de consigna en la puerta de la peluquería. Él no tiene custodia”.

Despiden los restos de Germán

R.P.

Los restos de Germán Gabriel Medina (33) comenzaron a ser velados este viernes 22 de marzo en una cochería del partido de Morón.

Julio Mendoza, la pareja de la víctima, informó en sus redes sociales que el sepelio se extenderá hasta las 8 de la mañana del sábado en la funeraria ubicada en la avenida Eva Perón. Anoche, además, hubo un reclamo de Justicia en la puerta que concentró a familiares, amigos y allegados.

Este viernes Mendoza despidió a su novio con un sentido mensaje: “Sos el gran amor de mi vida y me niego a pensar que ya no estás conmigo. Sé que de alguna forma estás acá cuidándome, como lo hiciste desde el primer día. Siempre me decías que tu corazón era mío y que, pase lo que pase, ese lugar no me lo iba a sacar nadie. Hoy me arrebataron todo tu amor, pero tu corazón va a seguir latiendo en el mío”.

Sobre el crimen pidió que no se detendrá hasta que se haga justicia. “Te prometo no parar hasta que se haga justicia. Te prometo por todo el amor que esto no va a quedar así”.

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