En los últimos días la confesión hecha en un posteo de Instagram por parte parte del exjugador y músico Daniel Osvaldo puso en primera plana la conversación sobre uno de los
trastornos mentales más comunes, y que arrastra un fuerte estigma, pese a que lo padecen más de 280 millones de personas en el mundo.
“Hace mucho tiempo vengo lidiando con una depresión muy grande que me hizo caer en adicciones al alcohol y las drogas. Lo quiero contar y compartir porque estoy en tratamiento psiquiátrico”, reveló en sus redes sociales el exfutbolista. Su llamado de ayuda despertó reacciones, solidarias y no tanto. Desde sus exparejas hasta el mundillo del fútbol y el periodismo dieron sus opiniones, su solidaridad o su indiferencia.
Más allá de su caso puntual, lo que reveló es que Osvaldo no está solo: la OMS estima que, en promedio, el 5% de los adultos en el mundo padece una patología ligada a la depresión. Mirando por género, es el 4% de los hombres y crece hasta el 6% entre mujeres y adultos mayores en general, donde alcanza al 5,7%. Entre las situaciones más complejas asociadas a este trastorno figura el dato de que puede estar relacionado con el suicidio.
En Argentina, se calcula que 1 de cada 3 personas mayores de edad sufre un problema de salud mental. Los trastornos más comunes son los de ansiedad, estado de ánimo y abuso de sustancias.
Aunque su mayor prevalencia está en adultos también afecta a los jóvenes. Según datos de Unicef, uno de cada siete adolescentes de 10 a 19 años padece algún trastorno mental.
Ocaso. “El retiro de un profesional del deporte hay que tomarlo como un hito. Y hay que estar preparado para ese momento”, explicó a PERFIL la psicóloga Laura Spaccatorella, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y magíster en Psicología del Deporte. Y agregó: “En la mayoría de los casos no se le da la importancia que requiere, porque todos están poniendo el foco en el momento exitoso del deportista. Pero justamente esto hace que el jugador base su identidad, casi exclusivamente, en ser ‘jugador’ de fútbol, como en este caso”.
La experta reflexionó: “¿Qué pasa cuando un deportista va a retirarse y ya no tiene esos sostenes que le dan su identidad?”. La respuesta es prepararse. “Lo mejor es ir generando otro proyecto, que debería ser gradual, para ir creando condiciones de forma tal que su final deportivo no sea ni brusco ni abrupto. Claro, siempre va a depender de la personalidad y de su disponibilidad para realizar este trabajo psicológico”.
Por su parte, según le dijo a PERFIL Marcelo Halfon, psiquiatra y especialista en Vínculos y Deportes, “Daniel Osvaldo es un exdeportista de élite, y subrayo lo de ‘ex’ porque el problema en general tiene que ver con la caída, en una especie de precipicio vacío, si no hay una continuidad en su actividad”. Y reiteró que “si el deportista no tiene un esquema previsto de contención adecuado para ese momento de transición en su vida, cae en una especie de abismo”. Lo que pase luego dependerá mucho de la personalidad, de su situación familiar y personal. Y si es alguien que ya viene con una historia complicada, será peor aún.
Finalmente para Ricardo Rubinstein, médico psicoanalista, y también miembro de APA, es aconsejable que “quienes están en la alta competencia reciban alguna ayuda para manejar situaciones de presión, como los desarraigos y los viajes, por ejemplo”. El profesional, autor del libro Deportes al diván, agregó que “en los últimos años se viene trabajando el tema del retiro deportivo, sobre todo para que el jugador pueda volver a encontrar algún rumbo vital. Más teniendo en cuenta que suelen ser carreras cortas y que tuvieron que dejar muchas cosas de lado para alcanzar el éxito deportivo”.
El experto comentó que “es una renuncia con la que tienen que aprender a trabajar para poder hacer una buena reconfiguración de su proyecto de vida. Aquí es donde debe entrar el trabajo psicológico. Y recomendó “que no se haga luego de que se retira, sino desde antes, para poder abrir otros canales y reinsertarse. “El problema”, cerró, “es que muchos no lo hacen y entonces surgen los casos de depresión cuando llega el momento final”.
Timing. ¿Por qué Daniel Osvaldo pudo hacer ahora esta confesión? “En los últimos tiempos muchos deportistas se están animando a expresar su vulnerabilidad”, comentó Sebastián Blasco, director de la Diplomatura en Psicología del Deporte de la Universidad Austral. Y reflexionó: “¿Significa esto que antes no experimentaban estas sensaciones? Seguramente sí, pero –tal vez– no encontraban espacios adecuados para expresarlo. Creo que hoy en día estamos siendo más compasivos, abriendo paso a la expresión de las emociones”.
Un emergente famoso, de una realidad silente
Juan Manuel Herbella*
Pocas horas después de la viralización del video de Pablo Daniel Osvaldo pidiendo ayuda a últimas horas de la noche, se prendieron las alarmas mediáticas y nuevamente el tema de la salud mental en los futbolistas y exfutbolistas se convirtió en noticia.
Como un nuevo espasmo, como ya ocurrió en varias oportunidades previas en la última década: siendo los casos de Mondragón (https://442.perfil.com/noticias/opinion/2016-01-14-411431-faryd-y-las-conductas-suicidas-de-los-arqueros.phtml) y de Toresani (https://442.perfil.com/noticias/opinion/2019-04-22-667892-julio-cesar-toresani-un-tipo-noble-pero-no-facil.phtml) alguno de los ejemplos. “Quiero hacer este video para aclarar algunas cosas sobre mi vida. Estoy bastante desesperado y no la estoy pasando nada bien. Tengo la necesidad de hablarlo”, dijo Osvaldo, mientras transparentó que está bajo tratamiento psiquiátrico por depresión.
En algunos países de Europa, se aborda el problema del retiro y se trabaja sobre las cinco dimensiones problemáticas principales en el exfutbolista: el desentrenamiento, las patologías osteoarticulares, la promoción de un estilo de vida saludable, la prevención de problemas de salud mental y cognitiva, y las posibilidades de empleo y educación.
En la Argentina, hay muchos casos de depresión posretiro. Casos como los de Osvaldo son más visibles y probablemente cuenten con una red de contención más amplia, porque es muy contrastante pasar de jugar en las tres ligas top de Europa (la Premier de Inglaterra, la Serie A de Italia y La Liga española) y la selección italiana a no poder salir de tu casa, pero también también hay otros casos. Casos que no son tan conocidos y que se retiran sin ningún tipo de control de salud ni acompañamiento psicológico por parte del gremio de futbolistas, y a los pocos meses de colgar los botines pierden hasta la obra social. Lamentablemente desde el suicidio del Huevo Toresani (en la oficina de la federación santafesina de fútbol donde vivía de prestado) hasta la actualidad, nada ha cambiado.
*Médico / Exfutbolista.
