Nunca hubiera imaginado Maggi escribir un libro, "algo para mí más imposible que cruzar la Cordillera de los Andes... Es que yo siempre fui muy bestiún para volcar ideas y pensamientos
en una hoja, pero tantas horas arriba de los avión, tanta espera en los aeropuertos, que empecé a animarme a bocetar una colección de historias, desafíos, vivencias, relatos y, por qué no, reflexiones", le cuenta a Clarín este hombre que, curiosamente, está relajado en su casa de la capital cordobesa. "Como suelo andar de aquí para allá, sorprende cuando estoy en modo descanso".