Siento que alguien, no sé quién, me espera

Sociedad
Lectura

A Archibalda, mi perrita callejera de la niñez, le fascinaba cazar palomas. Su eficiencia era baja; igual pasaba horas debajo de los árboles probando suerte. Sólo cesaba cuando yo abría la puerta

del jardín para ir con mi bicicleta a la carnicería o a comprar el pan. Ineludiblemente, me seguía. Salir de casa era su otra pasión, la que siempre privilegiaba. También por esa época, mis tíos habían comprado una chow chow. Si uno tomaba su cadena por error y ella la escuchaba, no había vuelta atrás: era imperioso sacarla, imposible manejar sino su ansiedad. Y ahora vivimos con Milo, un Beagle que adopta su postura más bella cuando escucha la palabra “pasear”, como si la vida le valiera, en ese momento, el doble.

Me siento muy perruno en este tema. Soy feliz cuando recorro otra realidad. Cierto, me atraen las geografías lejanas en la que no todo es como lo suponíamos. Pero también las cercanas: patear un barrio que no conozco, cenar en un bodegón cerca de casa para ese lado al que nunca voy. Darse cuenta que siempre hay algo nuevo para explorar. Quizás por eso me gustan los campings: ¿vieron que en un hotel o en un Airbnb uno no descubre a nadie y que entre las carpas siempre se cuela una nueva amistad? Hay una predisposición: los que acampamos somos parte de ese paisaje.

Una vez, en Vietnam, caminaba por una zona no turística. La gente me sonreía, era difícil comunicarse. De pronto apareció un templo, como los de las películas pero en pequeño, casi versión hogareña. Allí estaba una familia que recordaba a sus muertos, si no entendí mal se cumplía un aniversario. La forma de hacerlo era llevar comida y pasar el día en ese lugar donde había jarrones con las cenizas de los antepasados. Hablamos entrelenguas. Me preguntaron por mi religión o en lo que yo creía, ya no recuerdo. Así surgió que soy judío.

- ¿Judío? ¿Qué es?

Y yo pensé: si supieras... en otras tierras tanta gente murió y se peleó por serlo. Extraño mundo: yo también ignoraba sus creencias. Nos estábamos conociendo; una misma época pero universos tan distintos.

BANER MTV 1

Por eso me gusta partir: alguien -o algo- nos espera.