"El sábado el Papa saldrá del Policlínico Gemelli. He hablado con él apenas, se está recuperando y así podrá presidir todos los ritos de la Semana Santa". Lo anunció este viernes inesperadamente
¿Que dicen los médicos? De ellos prosigue el silencio. Solo la Sala de Prensa de la Santa Sede da la información en escuetos comunicados que reducen al mínimo la información sobre las característas del serio episodio de salud que sufrió Jorge Bergoglio el miércoles y que comenzó mientras presidía la audiencia general en la plaza de San Pedro.
La información filtrada por los vaticanistas en “fuentes hospitalarias” y contactos en el Vaticano, donde reina también el desconcierto, indica una infección que algunos especifican como “pulmonar” y otros como una bronquitis que le ha causado fiebre y está siendo curada con antibióticos, que es la versión oficial.
¿Una fibrilación cardíaca?
También son cada vez más insistentes las indicaciones de que el Papa sufrió una fibrilación cardíaca, bastante común en los ancianos, que recibe popularmente el nombre de “palpitaciones” y debe ser curada para evitar coagulaciones.
Cuando Francisco regresó mal de la audiencia general, los sanitarios vaticanos observaron con alarma su estado muy fatigado y con dolores en el pecho y le aconsejaron internarse de inmediato en el policlínico Gemelli de la Universidad Católica, para someterlo a indagaciones profundas.
Los resultados establecieron con una TAC (tomografía) que el corazón no había sufrido daños y que existía una “infección respiratoria”.
Cambio de clima
El clima este viernes cambió. La noticia de que el Papa abandonará el Policlínico Gemelli la dio una figura autorizada como el cardenal Re después de hablar con Francisco.
Pero en general los médicos que opinan públicamente sobre el episodio de salud del Papa el miércoles, sostienen que es necesario un reposo absoluto para asegurar la recuperación del paciente.
Hay que ver qué dice y hace el Papa, seguramente preocupado por el problema de un agravamiento de su salud en el momento litúrgico más importante del año, la Pascua.
El cardenal Re dijo que "podrá presidir todos los ritos de la Semana Santa" tras hablar con Francisco.
A raíz de sus dolencias en la rodilla derecha desde abril del año pasado, el Papa preside los ritos importantes sentado y la celebración en el altar la cumple un cardenal u obispo.
En el Vaticano se ha organizado un programa para las celebraciones de la Semana Santa designando a los cardenales que harán las celebraciones.
Si el Papa asiste, presidirá el rito sentado, como ocurre hoy en ceremonias similares. Para Bergoglio y sus problemas en la rodilla, son imposibles los movimientos en el altar. Ahora tras el el shock de salud del miércoles, la situación es aún más frágil.
El cardenal argentino Leonardo Sandri es el encargado de celebrar las ceremonias del Domingo de Ramos, en la plaza de San Pedro. ”Somos tantos los cardenales que podemos bien ayudar al Papa a celebrar”, dijo.
El cardenal Re dijo que él celebrará la Pascua. Ya fue el mismo Decano del Colegio Cardenalicio el que ofició los funerales del Papa emérito Benedicto XVI, Jospeh Ratzinger, presente Francisco.
Giovanni Battista Re dijo que el Papa leerá el documento del domingo de Pascua y desde el balcón principal de la Basílica de San Pedro dará ante la multitud congregada la bendición Urbi et Orbi, a la ciudad de Roma y al mundo.
Para el futuro crecen las incógnitas, y los conservadores y tradicionalistas hacen sentir su oposición al pontífice. Es probable que elijan el estado de su salud como campo de batalla, para demostrar que la situación es irreversible.
Los partidarios de la misa en latin han intensificado sus protestas por las medidas restrictivas decididas por el Papa. En las redes sociales los grupos más conservadores instilan dudas macabras sobre las condiciones de salud de Francisco.
Aunque a Jorge Bergoglio le cuesta aceptar su actual fragilidad física, los tiempos de una ordenada recuperación física hacen necesario mucho reposo.
Francisco necesita una dieta porque ha aumentado vistosamente de peso debido a sus problemas en la rodilla y a su gusto por la buena mesa. A los 86 años debe controlar sus achaques y bajar el ritmo de trabajo, que es agotador para cualquiera.
Aún no se anunció la cancelación de la próxima audiencia general de los miércoles. A fines de abril debe viajar a Hungría para un congreso eucarístico. En agosto debe viajar a Portugal.
Vaticano, corresponsal
ap
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