Oficinas: aumentan los metros cuadrados vacíos y caen los precios

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Basta recorrer el microcentro porteño para constatar que el mercado de oficinas sigue siendo uno de los más golpeados por la pandemia. Desde hace casi tres años, la ola de cierres de

inmuebles corporativos debido al traslado en masa de empleados que intempestivamente debieron trabajar desde sus casas y no volvieron a sus puestos de trabajo aún no termina de frenarse.

Por otro lado, este escenario tampoco permite vislumbrar cambios inminentes, entre otras razones, porque un 83% de los argentinos trabaja actualmente con un esquema híbrido, un 14% en forma remota y apenas un 4%  está yendo a trabajar todos los días a la empresa que lo emplea, según datos de WeWork, una firma enfocada en espacios de trabajo flexible.

Como parte de la tendencia, que parece haber llegado para quedarse, en el último trimestre del año pasado se desocuparon unos 10 mil metros cuadrados del segmento de oficinas clase B, según las estadísticas que maneja Cushman & Wakefield,  empresa de servicios corporativos. 

De esta manera, la vacancia o superficie desocupada de oficinas pasó del 11,3% en el último trimestre del 2021 al 12,4% en el mismo periodo del año pasado. Es decir, significó una suba del 8,9%.

De acuerdo con estos datos, la superficie alquilada fue de 1.635 m² mientras que en el mismo lapso del año anterior había sido de 9.841 m2. “Se espera que 2023 también se caracterice por el aumento de la oferta y por las desocupaciones”, precisó el informe.

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Ocurre que esta tendencia hacia la liberación de espacios de trabajo viene acentuándose desde hace varios meses. No sólo por la diversidad de posibilidades geográficas inherentes al teletrabajo, sino también porque las empresas que siguen apostando al trabajo presencial están optando por mudarse a edificios de mejor calidad y ubicación ("fly to quality"), en un contexto en el que “hay varias oportunidades de mejora a precios muy convenientes”, explican los expertos.

Carolina Wundes, coordinadora del departamento de investigación de mercado de Cushman, cuantifica lo sucedido: “En el último periodo del año se liberaron 10.664 m² y se alquilaron solamente 1.635 m², eso da una absorción neta negativa de 9.336 m² y se espera que durante 2023 la vacancia siga en aumento", opinó.

No obstante, agregó, "hay en construcción y en proyecto 126.667 m² principalmente en los submercados de Distrito Tecnológico, 9 de Julio y Libertador CABA. Aunque aún no hay fecha de entrega confirmada”.

Como consecuencia del éxodo de muchas empresas de las oficinas típicas del microcentro porteño, “el precio promedio de alquiler pedido para las oficinas clase B bajó y hoy es de US$ 16,1 el m², lo que representa una caída interanual del 5,9% en dólares- En los submercados más apreciados como Libertador CABA y Libertador GBA los valores llegan a 21 y US$ 20,7 el m² respectivamente.

Juan Querol, bróker de Cushman & Wakefield, plantea otras oportunidades para las empresas:  "Hoy se presentan, en otros submercados, opciones disponibles en edificios Premium (clase A) a un precio de US$ 24 el m² y varias empresas están aprovechando para hacer un upgrade y tener un lugar de trabajo más agradable”, destacó. 

A pesar del contexto adverso, según JLL Argentina, otra firma especializada en inmuebles corporativos, la actividad económica completó un 2022 mejor al esperado, con un crecimiento cercano al 5 %. Esto sucedió aún en medio de la persistente inflación y la depreciación de la relación de cambio, gracias a la sostenida recuperación del consumo, de los sectores más afectados por la pandemia y la industria manufacturera.”, explica Guido Mosin Research Manager JLL Argentina. 

En cuanto a las perspectivas para este año, según los expertos, más allá de una incipiente recuperación en los últimos meses, el mercado todavía se encuentra lejos de sus promedios históricos y de las épocas de mejor desempeño. A esto debe agregarse que este es un año de elecciones presidenciales y esa situación normalmente suma incertidumbre y provoca que se dilaten decisiones hasta que se confirman los resultados.

Por esta razón, en JLL esperan "que el 2023 sea un año de estabilidad, similar a 2022, con un número reducido de operaciones que probablemente responderán a oportunidades específicas para mejorar instalaciones a costos inferiores a los que se pagaría en un mercado más dinámico y activo”.

NE

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