Un niño albino fue encontrado desmembrado en el Congo y sospechan de un ritual de la zona

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Un niño albino de cinco años fue hallado asesinado y desmembrado en el este de República Democrática del Congo. Su muerte se asocia a un presunto ritual que se realiza en

la zona para atraer riqueza.

Las autoridades informaron que el niño fue encontrado sin cabeza ni piernas, consignó AFP.

El cuerpo del menor fue encontrado el miércoles 1 de febrero en la zona de Kalehe en Kivu del Sur, una provincia en la frontera con Ruanda y Burundi, según dijo este jueves el funcionario del gobierno local, Archimede Karhebwa.

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El albinismo, la condición genética del niño, es hereditaria y provoca una ausencia total de pigmentación en la piel, los ojos y el pelo.

Lo aberrante de este caso, además, es que no se trata de un hecho aislado. Juvenal Lushule, coordinador de APIA, una asociación de albinos de Kivu del Sur, dijo que desde 2009, 18 albinos fueron hallados en circunstancias parecidas en esta zona.

Esto se debe a que, en República Democrática del Congo y otros países de África, los albinos son atacados por la creencia de que sus cuerpos pueden ser usados en rituales mágicos bajo la superstición de que así podrán atraer "riqueza y suerte".

El caso de un joven albino de 22 años, asesinado y desmembrado en Malawi

Meses atrás tomó estado público el caso de MacDonald Masambuka, un joven albino de 22 años. Un sacerdote católico fue condenado a 30 años de prisión en Malawi, tras descubrirse que secuestró en 2018 al joven, desmembró su cuerpo y extrajo sus huesos para ser colocados en venta en el mercado negro.

Malawi es una de las regiones más peligrosas para las personas con albinismo ya que las partes de su cuerpo, en sintonía con creencias de los pueblos locales, son utilizadas en pociones mágicas y otras prácticas rituales.

El año pasado, a causa de otro asesinato de un hombre con albinismo en el país, el director de Amnistía Internacional para África Oriental y Meridional, Deprose Muchena, observó lo siguiente: “Este brutal asesinato es el último recordatorio de que Malawi sigue siendo un lugar peligroso para las personas con albinismo".