El regreso de la "ciudad flotante": otra vez más de 500 barcos depredan las aguas frente a Chubut

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La enorme ciudad flotante de barcos factorías ha regresado a las milla 201 frente a las costas de la Patagonia. La última imagen tomada desde un avión, en la zona de

Comodoro Rivadavia, de unas 500 embarcaciones resulta estremecedora.

Aunque la pesca en teoría se realiza por fuera de la Zona Económica de la Argentina, es sabido que muchos buques no cumplen con esta directiva y por un motivo y otro se introducen en aguas nacionales.

Organismos internacionales como Greenpeace vienen denunciado desde hace años que esta práctica masiva está mermando los recursos marítimos globales y, por supuesto, terminan por afectar la fauna propia del país. Se cuenta que en aquellos límites la distancia entre la milla 200 y las 201, la diferencia puede estar determinada por una gran ola.

Esta semana una cuenta de Twitter especializada en actividad aeronáutica subió una serie de fotografías donde se observa una franja luminosa en el horizonte apostada en aguas internacionales.

La “ciudad flotante” la componen alrededor de 500 embarcaciones provenientes de China, Taiwan, Corea del Sur y España, especialmente.

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“Verdadera ciudad flotante. Buques pesqueros y factoría en la milla 201 del Mar Argentino respecto a Comodoro Rivadavia. Cientos y cientos de ellos, parecen una ciudad en el medio del océano”, denunció la cuenta @A4Kike. En la cuenta de Twitter, este usuario suma videos y fotografías tomadas desde un avión. Y otros usuarios le responden con imágenes igual de contundentes, como una satelital que muestra una verdadera "mancha" sobre el mar: son los barcos.

Las fotografías hablan por sí sola. Las embarcaciones operan día y noche en aguas internacionales, en los bordes de límites con la Argentina, extrayendo cerca de 4 mil toneladas solo de calamar, de acuerdo a datos de la Intercámara de la Industria Pesquera de la Argentina.

Los barcos factoría son capaces de desarrollar el ciclo completo de la industria: captura, fileteo y congelamiento del producto que queda listo para transportar a puertos en Uruguay y Chile a partir donde son llevados a otros países para su consumo.

Su pesca incluye calamar, merluza, merluza negra, langostino, el bacalao austral y las almejas, entre otros.

“Son verdaderos freezer flotantes. Y están depredando toda la zona que es un verdadero santuario. Porque los de arrastre no hacen ninguna selección. En ese corredor biológico hay orcas, ballenas, elefantes y lobos marinos y delfines. Todos caen en las redes”, le dijo tiempo atrás a este diario Luisina Vueso, coordinadora de la campaña de océanos de Greenpeace.

Es sabido que las condiciones en las que trabajan los operarios también son muy duras y los salarios bajos para la mayoría. La mensualidad promedio ronda los 1.000 dólares. Las jornadas pueden prolongarse por 12 horas continuas en cubierta o en el sector de bodega. Quien sube a un barco de estas característica tiene pocos momentos de descanso verdadero y sabe que su estadía se prolongará por entre 3 y 6 meses.

Nunca dejás de trabajar en el barco, en realidad, porque aunque te vayas a dormir o a tomar un café, estás disponible en el mismo barco durante meses”, cuenta a Clarín un marino mercante que todos los años trabaja como operador de cubierta en este tipo de barcos que surcan los mares australes.

Un sobrevuelo hace cinco años, donde ya se advertía del problema de las embarcaciones que vienen a buscar merluza y calamar. Foto Archivo
Un sobrevuelo hace cinco años, donde ya se advertía del problema de las embarcaciones que vienen a buscar merluza y calamar. Foto Archivo

La Ley 23.968 de Espacios Marítimos establece que la llamada Zona Económica Exclusiva (ZEE) de la Argentina se extiende hasta las 200 millas marinas. Lo que ocurre más allá es territorio internacional.

“Todos los años al iniciar la zafra del calamar argentino se renuevan los debates sobre la flota que opera en la milla 201, y en este contexto, lo que debemos recordar siempre es que al tratarse de aguas de jurisdicción internacional no podemos hacer nada más que posicionarse en contra de la pesca furtiva aunque legal, pero rosando el furtivismo porque se trata de una técnica invasora sobre un recurso que se moviliza hasta esas latitudes de manera natural y que son atraídos con poderosas luces que engañan al recurso para luego capturarlos”, señala José Aguilar, secretario de Pesca de Chubut.

“Claramente somos conscientes de ello y al margen de la posición tomada confiamos en la defensa que realiza la Prefectura Naval Argentina al vigilar permanentemente la zona económica exclusiva de la argentina y eso nos da tranquilidad. Como autoridad de pesca provincial renovamos como todos los años nuestros rechazo a ese tipo de pesca y exhortamos a la comunidad internacional a que tomemos posición en contra de estas prácticas y se empiece por lo menos a grandes rasgos a reglamentar la pesca en aguas de jurisdicción internacional”, agrega el funcionario.

AS

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