A medida que avanza el juicio por el crimen de Lucio Dupuy, se sumaron nuevas evidencias de signos de abuso y maltrato que el menor de 5 años habría expresado a
través de sus peculiares ilustraciones, que llamaron la atención de la perito Lorena Roggero. La especialista confirmó que el nene, por medio de sus dibujos, expresaba a los gritos desesperada condición de víctima.
Los rostros que carecían de ojos tendrían como trasfondo de violencia familiar que el joven "no quería ver, o que le hicieron ver y no quería ver", detalló la psicóloga que investiga el caso que conmocionó a La Pampa.
"Y dibujos sin piernas por las violaciones que sufrió durante mucho tiempo", observó Lorena Roggero.
Frente a esto, interrogó cuáles fueron los criterios de selección de los dibujos atribuidos a la víctima, además de exigir explicaciones sobre cómo determinó la perito en qué momento fueron realizados.
Magdalena Espósito Valenti y Abigail Páez, las acusadas por el brutal crimen de Lucio Dupuy
Seguidamente, Lorena Roggero se detuvo en la personalidad de las acusadas Magdalena Espósito Valenti (mamá de Lucio) y Abigail Páez.
“A Lucio lo consideraban un obstáculo en la relación, no querían ser madres, tienen rasgos de perversidad y rechazan a los hombres”, indicó la profesional, quien por otra parte subrayó que ambas “son imputables y que comprenden la criminalidad de sus actos”.
En el transcurso de la audiencia, también se dieron a conocer audios de conversaciones entre las acusadas, a través de los cuales se supo que suministraban hielo al menor para desinflamar los golpes de la cabeza.
Los audios también hacían alusión a las excusas que expondrían en el jardín del niño para justificar su ausencia, o para evitar reuniones con sus compañeros. También habrían acordado que el nene no fuera a la casa de la abuela, es decir, la madre de Valenti, el papá del Lucio.
Lucio Dupuy fue llevado por Abigail Páez la noche del 26 de noviembre de 2021 a una posta sanitaria, pero como allí no pudo recibir atención, lo trasladó al Hospital Evita de la ciudad de Santa Rosa, donde el menor murió.
A partir de allí se conoció la denuncia del padre del niño quien se refirió a los malos tratos que el pequeño recibía por parte de su madre y la novia de ésta y que, incluso, no se lo dejaban ver a él ni a su familia.
Posteriormente se conocieron las denuncias de vecinos de las imputadas, quienes aseguraban que el menor era salvajemente golpeado por ellas, que además le infringían quemaduras y mordeduras, y también golpes en sus zonas íntimas.
Como parte de la prueba se encuentran los mensajes que entre ellas se mandaban así como de otras personas que hablaban sobre los malos tratos que recibía el pequeño a quien, en reiteradas ocasiones, lo hacían faltar al jardín por las marcas que tenía en su cuerpo y para que no salieran a la luz todos los tormentos que sufría.
