El nuevo Boca se edifica desde la fortaleza de Rojo e Izquierdoz

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En este Boca todavía en construcción después de un enorme recambio de su plantel al que le falta elaboración de juego, contundencia ofensiva (hizo solo un gol en los

últimos ocho partidos) y triunfos (ganó uno de catorce), la dupla de centrales parece ser la base desde la que se para este nuevo equipo de Miguel Angel Russo. De ellos, caudillos, firmes, capitanes, para el resto.

Rojo y su festejo de gol en el penal. (Foto: Marcelo Carroll).

Rojo y su festejo de gol en el penal. (Foto: Marcelo Carroll).

La serie ante Atlético Mineiro que definió el VAR con los goles anulados a Boca, ya había dejado un primer saldo positivo. Es que Marcos Rojo y Carlos Izquierdoz pudieron con Hulk, el mejor del equipo de Belo Horizonte. Pero no se trata solo de lo que hacen adentro del campo de juego. En los últimos días fueron varios los futbolistas que destacaron que "el grupo está muy fuerte, las cosas que nos pasaron nos fortalecieron y estamos comprometidos".

Uno, Izquierdoz, capitán desde hace años y elogiado por Juan Román Riquelme por su profesionalismo. El otro, Rojo, llegado en enero, pero a cargo de convencer a Agustín Almendra de volver a jugar, de volver a entrenarse antes de la pretemporada y también capaz de exigir desde el triunfo que todavía hay que seguir "metiendo sin regalar nada".

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Izquierdoz y Rojo, juntos acompañando siempre al equipo. (Foto: Marcelo Carroll).

Izquierdoz y Rojo, juntos acompañando siempre al equipo. (Foto: Marcelo Carroll).

"Humildad, familia, compromiso, lealtad. Esto es Boca", fue la publicación que hizo Pulpo González, quizá la tercera pata de la conducción del vestuario azul y oro. Pero el mensaje se replicó en la mayoría de las cuentas, esas que en el último mercado de pases prescindieron de las que tenían millones de seguidores por la de los chicos que empiezan a tener de a miles cada vez que les toca jugar.

Izquierdoz también metió el suyo de penal. (Foto: EFE).

Izquierdoz también metió el suyo de penal. (Foto: EFE).

En lo que va del semestre, Rojo e Izquierdoz compartieron la cancha ante Atlético Mineiro, Talleres y River. Y a Boca no le marcaron goles, otra vez con Agustín Rossi bajo los tres palos como hombre clave. Pero Rojo e Izquierdoz también son técnicos adentro de la cancha, capaces de marcar cuando un compañero está desconcentrado o de ordenar a los laterales sin tanto rodaje como Weigandt y Agustín Sández.

Además de patear (y convertir) en la tanda de penales, Rojo e Izquierdoz ganaron todos los duelos de la noche ante Brian Romero. Y aunque el ex Manchester United pudo irse expulsado por una patada a la espalda de Julián Alvarez que Patricio Loustau no observó. ¿Alcanza? No, pero Russo pondera desde ellos la energía y el pulso que quiere del resto de su equipo. Los hinchas, en las redes, hasta le elogian ese video que se viralizó de Rojo a golpe de puño ante los encargados de Seguridad de Atlético Mineiro. 

El arribo del ex Manchester, en enero, también le permitió a Miguel Ángel Russo poner en funcionamiento una modificación táctica que hacía años que no se permitía el club: la línea de cinco hombres, con tres centrales. Decidió utilizarla en el primer Superclásico del año y lo repitió siempre contra River e Independiente. Al punto de sostenerla con Izquierdoz, Zambrano, López o el que sea. De atrás para adelante, sin tanto talento pero con más garra, desde los centrales empiezan las pequeñas (y únicas, por ahora) certezas del nuevo Boca.