La OMS advierte "un caos" si la gente empieza a mezclar vacunas contra el coronavirus

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La científica en jefe de la Organización Mundial de la Salud aconsejó a las personas que no mezclen y combinen vacunas Covid-19 de diferentes fabricantes, diciendo que tales decisiones

deben dejarse a las autoridades de salud pública, según publica este miércoles el diario The Guardian.

"Es una tendencia un poco peligrosa", dijo Soumya Swaminathan en una sesión informativa virtual el lunes después de una pregunta sobre las vacunas de refuerzo.

“Será una situación caótica en los países si los ciudadanos comienzan a decidir cuándo y quién tomará una segunda, una tercera y una cuarta dosis”.

Soumya Swaminathan. Foto: Reuters

Soumya Swaminathan. Foto: Reuters

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Swaminathan se había referido a la mezcla de vacunas como una "zona libre de información", pero luego aclaró sus comentarios en un tuit.

Aún se esperan datos de estudios


"Los individuos no deben decidir por sí mismos, las agencias de salud pública pueden hacerlo, basándose en los datos disponibles", dijo en el tuit. "Se esperan datos de estudios de combinación y combinación de diferentes vacunas; es necesario evaluar tanto la inmunogenicidad como la seguridad".

Algunos estudios están mostrando resultados positivos de la mezcla de vacunas, pero se encuentran en la etapa de preimpresión y necesitan más estudios para respaldarlos.

Cuándo es una opción


La mezcla de vacunas se considera una opción en algunos países donde el suministro es escaso de una vacuna en particular. Pero a la OMS le preocupa una situación en la que los individuos deciden por sí mismos qué vacunas recibir y qué tan lejos separarlas sin la orientación de las autoridades sanitarias.

Protestas en Berlín exigen más vacunas bajo el lema "liberen la vacuna". Foto: dpa

Protestas en Berlín exigen más vacunas bajo el lema "liberen la vacuna". Foto: dpa

El Grupo Asesor Estratégico de Expertos de la OMS sobre vacunas dijo en junio que la vacuna Pfizer Inc podría usarse como una segunda dosis después de una dosis inicial de AstraZeneca, si esta última no está disponible.

Algo incluso que llegó a plantear Italia ante la muerte de una chica de 18 años que había recibido su primera dosis de AstraZeneca.

Por ahora, se está llevando a cabo un ensayo clínico dirigido por la Universidad de Oxford en el Reino Unido para investigar la combinación del régimen de las vacunas AstraZeneca y Pfizer. El ensayo se amplió recientemente para incluir las vacunas Moderna Inc y Novovax Inc, aseguró The Guardian.

Viales con la vacuna de Pfizer. Foto: EFE

Viales con la vacuna de Pfizer. Foto: EFE

La polémica cobró fuerza cuando Vietnam anunció que ofrecería la vacuna contra el coronavirus desarrollada conjuntamente por Pfizer y BioNTech como una opción de segunda dosis para las personas inoculadas por primera vez con la vacuna AstraZeneca.

Trombos producidos en ínfimos casos tras la aplicación de la vacuna de AstraZeneca generaron una nube de dudas en torno a esta vacuna que los especialistas aseguran que es eficaz y segura.

AstraZeneca tuvo un estreno atropellado cuando se la esperaba como la gran esperanza para frenar la pandemia.

Debía ser la que marcara la diferencia en Europa. Se esperaba una producción masiva, era una de las más baratas y era sencilla de gestionar y conservar porque no necesitaba, como la de Pfizer, fríos extremos de -70 grados centígrados. Llegarían 300 millones de dosis de enero a junio. Nada de eso ocurrió y la "salvación" de Europa se convirtió en un caos.

Luego saltaron las noticias de varias trombosis a personas vacunadas.

Pero la EMA ya dijo en varias ocasiones que la vacuna es segura, que puede seguir administrándose y que los casos de trombosis entre los vacunados no son más habituales que entre la población en general.

No importó. Uno tras otro los gobiernos europeos fueron anunciando que dejaban, al menos temporalmente, de administrar esa vacuna. Y el miedo se instaló entre la gente, que hora la rechaza en varias partes del mundo, buscando otras opciones.

Redacción Clarín con información de The Guardian y archivo Clarín

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