Encuesta de UNICEF: por la pandemia, cada vez más hogares dejan de comprar alimentos

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La inestabilidad laboral de los jefas y jefes de hogar, la falta de recursos para comprar alimentos, la contribución de los programas de transferencias sociales a la economía familiar, las estrategias

de cuidado y las dificultades para sostener la educación son algunos de los temas centrales de la cuarta Encuesta de UNICEF sobre el impacto que la segunda ola de la pandemia tiene en hogares donde viven chicas y chicos.

El estudio -se hizo entre el 24 de abril y el 12 de mayo- se centra en temas vinculados a la infancia y la adolescencia en relación con su alimentación, educación, conciliación vida familiar y laboral de quienes los cuidan y el acceso a trasferencias sociales.

"​Desde el inicio de la pandemia armamos un plan de respuesta a los impactos con distintos planes y programas. Pero además, uno de los ejes importantes es generar datos para saber cómo afecta a los hogares donde hay chicos y chicas para que el tema esté en la agenda púbica", explica a Clarín Sebastián Waisgrais, economista, especialista inclusión social de UNICEF.

Inestabilidad laboral

La encuesta señala que el 38% de los hogares atravesó situaciones de inestabilidad laboral durante el 2020, como desempleo y cambio de un empleo formal a uno informal, porcentaje que asciende al 44% entre las mujeres.

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El 56% de los hogares declaró tener ingresos inferiores a los de meses previos a la pandemia, indicador que sube al 73% entre los hogares más pobres del país y al 60% entre quienes reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH): el 81% destina este dinero a comprar alimentos.

“La inestabilidad laboral de las personas adultas repercute fuertemente en la economía familiar y, en consecuencia, en el bienestar de la población infantil y adolescente”, dice Luisa Brumana, Representante de UNICEF Argentina.

“Los datos de la encuesta marcan que, en la situación de emergencia actual, en la que más de la mitad de los chicos y las chicas vive por debajo de la línea de pobreza,continuar fortaleciendo los sistemas de protección social es clave para evitar que crezca la indigencia", asegura.

Estudio sobre el impacto de la pandemia en la infancia / UNICEF

Estudio sobre el impacto de la pandemia en la infancia / UNICEF

Según la Encuesta de UNICEF, el 39% de los hogares reciben la Tarjeta Alimentar y otros apoyos alimentarios. Sin embargo, esto no impidió que el 25% de los hogares se endeudase para comprar alimentos.

El 41% de los hogares tuvo que dejar de comprar algún alimento por no tener dinero. Este porcentaje se incrementa sensiblemente con respecto a las rondas anteriores y aumenta en los hogares sin miembros ocupados, así como en algunas regiones como el NOA y NEA", alerta Waisgrais. El año pasado los hogares que habían dejado de comprar algún alimento alcanzaba al 30%. 

El impacto de la pandemia en los ingresos de los hogares también generó que el 25% de los hogares con niñas y niños dejen de pagar al menos un servicio como la luz, el gas o internet.

Las mujeres son las que se hicieron cargo de las tareas de cuidado en los hogares / UNICEF

Las mujeres son las que se hicieron cargo de las tareas de cuidado en los hogares / UNICEF

Abandono escolar 

En educación, el 6% de los hogares afirmó que algún niño, niña o adolescente que vive en el hogar abandonó la escuela durante 2020 (al menos 357 mil chicos y chicas) y el 19% de los que abandonaron, afirmó no haber retornado en 2021 (al menos 67 mil).

Consultados sobre la accesibilidad para las clases virtuales, un 58% de los hogares sostuvo que tenía conexión previamente a 2020, un 23% accedió a la conexión a internet durante la pandemia y un 19% aún no tiene acceso. El 83% los hogares que no tiene acceso corresponden a los dos estratos socioeconómicos más vulnerables del país.

Además, el 47% de los hogares no cuenta con una computadora o tablet para la realización de las tareas escolares, con mayores desigualdades en NOA y NEA.

"Los niveles de abandono son relevantes. La escuela por definición es un espacio de equidad, como los centros de primera infancia. Hay que recuperar esos espacios", asegura Waisgrais.

Estudio sobre el impacto de la pandemia en la infancia. La mitad d elos hogares no tiene dispositivos tecnológicos / UNICEF

Estudio sobre el impacto de la pandemia en la infancia. La mitad d elos hogares no tiene dispositivos tecnológicos / UNICEF

Desigualdad de género

El 54% de las mujeres de más de 18 años entrevistadas expresó que, desde el inicio de la pandemia, tiene más sobrecarga por las tareas del hogar y de cuidado.

Además, se profundizan las dificultades de conciliación cuando las y los adultos del hogar tiene que salir a trabajar, lo que genera mayores situaciones de cuidado inadecuado: un 10% de los chicos y chicas se quedan solos en sus casas y un 7%, a cargo de un hermano o hermana menor de 18 años. La mayoría de quienes asumen esta tarea son chicas de 14, 15 años. 

"La situación de desigualdad de las mujeres quedó en claro con la pandemia. Son las primeras que se caen del sistema y las que más les cuesta volver. La pandemia está siendo sostenida por las mujeres, y se nota en el nivel de sobrecarga de tareas que se mantiene muy elevado", asegura Waisgrais. 

En cuanto a la salud mental, cerca de la mitad de los hogares consultados en los que viven niñas y niños de hasta 6 años, manifestaron que los chicos y las chicas sufrieron alteraciones con las comidas en los últimos seis meses.

Además, un 39% indica que tuvieron alteraciones en el sueño y el 27% dificultades en la comunicación. Los y las adolescentes manifestaron que se sienten angustiados (33%), asustados (25%) y deprimidos (18%). Todos los indicadores aumentaron respecto de las encuestas anteriores.

Estudio sobre el impacto de la pandemia en la infancia / UNICEF

Estudio sobre el impacto de la pandemia en la infancia / UNICEF

Recomendaciones de UNICEF

Sostener y reforzar los programas de protección social que apoyan a las familias para compensar la caída o pérdida de sus ingresos. "El 40% de los hogares recibe ayuda alimentaria y el 56% transferencias de ingresos. Está muy bien, pero no es suficiente porque el deterioro económico es muy grande", asegura Waisgrais. 

Implementar un sistema de re- vinculación escolar de las niñas, niños y adolescentes que no volvieron a la escuela y fortalecer el acompañamiento para garantizar que ninguno quede atrás.

En contextos de alta transmisión y la necesidad de interrupción temporaria de clases presenciales, garantizar la accesibilidad de clases virtuales, priorizando a los chicos y chicas en situaciones de mayor vulnerabilidad.

Continuar con los servicios esenciales de salud como los controles y la vacunación de niños y niñas. Además. fortalecer las capacidades del personal de salud del primer nivel de atención, docentes, trabajadoras del cuidado y efectores de programas dirigidos a las familias para que puedan ayudar a los chicos y chicas a elaborar y simbolizar las emociones generadas por la pandemia, identificar signos de alerta y activar mecanismos de referencia a servicios.

"Seguimos viendo con preocupación el impacto socioemocional. Hay chicos y chicas con alteraciones alimentarias, del sueño y comportamiento -asegura Waisgrais-. Hay chicos y chicas con problemas de comunicación y que no están pudiendo poner en palabras lo que les pasa. Esto si no se trabaja va a tener consecuencias a largo plazo".