Furor de voluntarios de la colectividad judía en Argentina para ser parte del ensayo de la vacuna israelí contra el Covid

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Tal vez fruto de la ansiedad que impera en la Argentina por la falta de vacunas población contra la Covid-19, la llegada de una delegación de expertos del Instituto de Biológico

de Israel y del Hospital de Hadassah de Jerusalén, desató un furor equivalente a los objetivos de la misión: convocar a voluntarios locales que quieran participar de los ensayos de la fase 3 de la vacuna contra el coronavirus que Israel está desarrollando. Si estos experimentos finales son exitosos, se podría acordar la producción en la Argentina.

El domingo, la delegación que está de visita fue agasajada con un almuerzo en un hotel porteño por la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), donde algo quedó claro. 

Desde las instituciones comunitarias le transmitieron a los expertos, que hay un aluvión de interesados en la colectividad por prestarse al ensayo de la Brilife -tal el nombre del fármaco en desarrollo- en Argentina. También la embajada israelí no para de recibir llamados de interesados, supo este diario.

"Soy cobayo", llegaron a bromear en la comida, que se hizo en el Alvear Icon, de Puerto Madero, y en la que estuvieron desde el presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits, su vice David Stalzman, a otros dirigentes comunitarios de la Argentina; la embajadora israelí, Galit Ronen, y el embajador en Israel, Sergio Urribarri, quien fue el que promovió este proyecto en sus visitas al Hadassah.

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Almuerzo en un hotel porteño. Las autoridades de la DAIA agasajaron a los expertos israelíes que visitan el país.

Almuerzo en un hotel porteño. Las autoridades de la DAIA agasajaron a los expertos israelíes que visitan el país.

Supo Clarín que en las charlas de ida y vuelta, se le hizo saber a los expertos, unos siete en total, y con el director general del Hadassah, Yoram Weiss, a la cabeza, que hay instituciones comunitarias -mutuales, sociales, y deportivas- donde hay miles de afiliados, que ya han planteado su interés en participar.  A su vez, desde Universidad del interior del país también le hicieron llegar el mismo interes de participar. 

El director internacional de Hadassah, Jorge Diener había dicho en una entrevista con Clarín que se necesitan entre 30.000 y 40.000 voluntarios para el ensayo en fase 3 de la Brilife.

Eso se planteó en el encuentro que mantuvieron el lunes los expertos en la Rosada con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; con la ministra de Salud, Carla Vizzotti y con la asesora Cecilia Nicolini.

Los israelíes igual aclararon que trabajan con instituciones de Brasil y México para que formen parte del desarrollo de la vacuna. Es decir, no todos los voluntarios serán de Argentina. 

Al mismo tiempo, Knoblovits quiso aclarar algo. Dijo a este diario que el aluvión de voluntarios registrados en las instituciones era una señal del profundo interés que había, pero que los ensayos de la vacuna israelí en la Argentina eran para todos los argentinos y no para una colectividad.

Y aclaró que lo mismo ocurrirá si hay desarrollo y producción de una vacuna israelí -que diseñó el Instituto Biológico de Israel, que está dentro de la órbita del ministerio de Defensa de ese país -. "Será para la Argentina y los argentinos", dijo. 

Las aclaraciones dentro de la colectividad tienen que ver con un tema muy sensible y que movilizó a la dirigencia judía  principios de año, cuando, en medio de la desesperación internacional por el acceso al fármaco que combate la mortal enfermedad, la ministra de Asuntos de la Diáspora en Israel, Omer Yankelevitch, anunció que su país iba a proporcionar vacunas contra el coronavirus a los sobrevivientes del Holocausto, tanto en Israel como los que se encontraran en otras partes del mundo.

Yankelevitch generó un entusiasmo que chocó contra la realidad, en un país que efectivamente fue líder internacional en la vacunación de su población pero que por el momento ni vende ni dona vacunas al mundo. Israel lleva totalmente vacunada al 56% de su población con la vacuna estadounidense Pfizer, que fue comprada por el Estado.

En su momento también corrió el rumor que Israel iba a vacunar a miembros de la colectividad,  desde las instituciones debieron calmar la ansiedad. 

Este martes, el grupo de israelíes se encontraba reunido con miembros de la Camara de Comercio Argentino Israelí, cuyo titular, Mario Montoto, organizó un encuentro con empresarios e instituciones, ya que la fase 3 requiere de la participación de hospitales y centros de Salud, pero también del sector privado.

Fuentes ligadas a las negociaciones afirmaron que uno de los más firmes candidatos a centralizar los ensayos y a un eventual acuerdo de producción en la Argentina es el empresario Hugo Sigman, que tomó también el acuerdo de producción de Argentina con la china Sinopharm y tiene el acuerdo con AstraZeneca, a la que le mandó los componentes del principio activo a Mexico, y que recién a fines de mayo devolvería las primeras dosis terminadas.

PS