Caso Scapolan: cae un jefe Antidrogas de la Bonaerense por encubrir a un policía prófugo

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La causa por corrupción y operativos armados que tiene a fiscal de San Isidro Claudio Scapolan (50) como principal acusado, sigue provocando bajas dentro de las filas de la

title="policia-bonaerense">Policia Bonaerense.

Al medio centenar de detenidos (la inmensa mayoría de ellos policías) se sumó el jueves pasado la del titular de la Subdelegación Departamental de Investigaciones y Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado del partido de Presidente Perón.

Al comisario Carlos Alberto Medina (47) se lo señala como la persona que ayudó a ocultarse durante meses al teniente de Bonaerense Adrián Baeta, una de las piezas claves de la causa que lleva adelante la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado y el fiscal Fernando Domínguez.

Baeta quedó prófugo a mediados del año pasado y entre las acusaciones más graves por las que fue procesado está la de haberse robado media tonelada de cocaína de un operativo conocido como "Leones Blancos" (2013), droga que luego llevó a la Costa Atlántica para comercializar.

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Con singular éxito, Baeta logró mantenerse escondido hasta enero pasado. Pero "Palermo", como todos lo conocen, fue detenido por agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Lo habían logrado rastrear hasta una casa de un country en la localidad de Rincón de Milberg, partido de Tigre.

Cuando cayó Baeta,  el fiscal Domínguez logró rescatar valiosa información de su computadora y sus teléfonos celulares. Siguiendo una de las pistas se habría llegado al comisario Medina, que  ahora quedó preso y formalmente acusado de encubrimiento doblemente agravado (por ser el delito precedente especialmente grave y por su condición de policía) y también por el cargo de lavado de activos y tenencia ilegal de armas.

Según las pruebas reunidas por la fiscalía, habría sido Medina quien negoció con la inmobiliaria el alquiler de la casa en la que se ocultó Baeta. Incluso habría firmado el contrato y pagado un año por adelantado.

La escandalosa causa

La causa Scapolan se convirtió rápidamente en un escandalo en el ambiente judicial de San Isidro: hoy supera el medio centenar de imputados, entre ellos 3 funcionarios judiciales, cuatro narcotraficantes, tres abogados y 44 policías bonaerenses (tres con el rango de comisarios). De esos imputados casi todos ya fueron procesados con prision preventiva

La causa -cuyo nombre formal es "expediente 36447/2016 NN sobre infracción a ley 23.737" (Ley de drogas)- estalló el 24 de julio pasado cuando la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado ordenó una serie de allanamientos. Estos habían sido pedidos por el fiscal federal Fernando Domínguez bajo la hipótesis de la existencia de una banda dedicada a armar causas, cobrar coimas y robarle a narcotraficantes desde la cocaína que comercializaban hasta la bicicleta del nene.

Como jefe de esa "asociación ilícita" fue imputado formalmente Claudio Scapolan, uno de los fiscales más poderosos, sobre todo en los tiempos en los que la Fiscalía General de San Isidro estaba en manos de Julio Novo (hoy esperando juicio acusado de proteger narcotraficantes).

Scapolan fue citado a prestar declaración indagatoria luego de que fuera allanada su oficina en los Tribunales de San Isidro. Ese mismo día se detuvo a dos de sus secretarios, actualmente con falta de merito. A él lo protegieron sus fueros. Luego esquivar cinco veces esa citación finalmente declaro pero su situación aun no fue resuelta por la jueza Arroyo Salgado.

Al momento del operativo, el fiscal estaba a cargo del Área Ejecutiva de Investigaciones Criminales de San Isidro pero los hechos que se le imputan ocurrieron cuando era la cabeza de la Unidad Funcional de Instrucción de Investigaciones Complejas, UFI disuelta desde diciembre de 2016. Ese mismo año comenzó la investigación a cargo del fiscal Fernando Domínguez.

LEONES BLANCOS

Un ejemplo de como funcionaba la organización entre funcionarios policiales judiciales, buchones y abogados es el cuestionado operativo "Leones Blancos" comandado por Scapolan en 2013, que es parte de la acusación. En ese procedimiento la Policia Bonaerense secuestró media tonelada de cocaína pero el armado del expediente fue tan burdo que saltó por los aires en el juicio oral.

Así se fue descubriendo que el operativo había sido entregado por el financista narco Diego Guastini (asesinado por sicarios en 2019) y no por un "llamado anónimo"; que los policías dejaron escapar a los verdaderos dueños de la droga, el clan Loza; y hasta que se robaron al menos media tonelada de cocaína, droga que en parte se terminó comercializando en la Costa Atlántica.

Muchos de esos detalles los contó un arrepentido que señaló al policía Adrián Baeta como quien se robó la droga con el visto bueno de Scapolan y la llevó a Santa Clara del Mar, donde la dejó en manos de su amigo José "El Polaco" Tourn para que la vendiera.

Al momento de los allanamientos del mes de julio, Tourn no fue detenido. Pero con el paso de los meses y el resultado del análisis de las antenas de teléfonos se decidió pedir su captura a fines de octubre. Entonces surgieron escuchas telefónicas reveladoras que le habían tomado a Tourn en otra causa, por narcotráfico, iniciada en Capital Federal.

En ellas "El Polaco" habla con un amigo que está preso y le cuenta que piensa "mejicanear" un cargamento grande de cocaína que iba a llegar a Mar del Plata en diciembre de 2018. En el medio del relato hace referencia a "Leones Blancos" e incluso a la fortuna personal de su amigo el policía Adrián Baeta, con quien se criaron juntos en Quilmes.