Bajo presión y sin acuerdo con la oposición, el oficialismo avanza con una nueva ley de biocombustibles

por el Cambio, los lavagnistas y cordobeses ponen reparos.

El régimen actual establece que las naftas deben ser cortadas con 12% de bioetanol y el gasoil con 10% de biodiesel. Afecta a 54 plantas ubicadas en 10 provincias del país.

La nueva iniciativa achica el porcentaje de corte del gasoil al 5 %. En el caso de las naftas, el porcentaje mínimo finalmente se mantuvo en 12 % ( 6% del combustible hecho de caña de azúcar y 6% de maíz). Sin embargo, establece que la Secretaría de Energía, como autoridad de aplicación, podrá modificarlos.

Además, establece que el 100% de ese corte mínimo establecido para biodiesel y biotenal se distribuya entre las productoras PyMEs. El régimen está planteado hasta 2030, aunque después el Poder Ejecutivo podría extenderlo por otros cinco años.

La oposición -que incluso había convocado a sesiones especiales para buscar la prórroga de la ley vigente- reconoce mejoras respecto al primer borrador del proyecto que había circulado, pero aún plantea fuertes críticas.

“Baja los niveles de mezcla previstos en la ley vigente y concentra poder discrecional en la autoridad de aplicación”, se quejó el presidente del bloque lavagnista, Alejandro "Topo" Rodríguez.

En Juntos por el Cambio también se quejan de la "amplia facultad a favor de la Autoridad de Aplicación" y aseguran que se desfavorece a denuncian diferencias de trato con la caña de azúcar para reducir el corte de nafta con bioetanol en un 3 %, debiendo soportar la totalidad de esta baja, el segmento de bioetanol de maíz

La ley que otorga beneficios fiscales a las 54 plantas productoras de bioetanol y biodiesel vence en mayo. La prórroga, impulsada por la oficialista santafesina María de los Angeles Sacnun, se aprobó en el Senado por unanimidad, pero en Diputados quedó frenada y despertó reclamos de las bancas opositoras y dentro del propio Frente de Todos.