"Esto me martilla la cabeza, voy a contar lo que vi": el testigo que salvó a un sospechoso de una condena por homicidio

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El hombre se sentó frente al Tribunal Penal de Eldorado, Misiones, con un gesto de preocupación en el rostro. Nadie imaginaba que su relato iba a cambiar la suerte de un

changarín que estuvo preso desde julio de 2018, acusado de un homicidio. Un rato después de escuchar ese testimonio, los jueces accedieron a beneficiar con la excarcelación a Ricardo De Fleitas (35) y ahora se encaminan a firmar su absolución.

Con la mirada baja, avergonzado por su falta de valentía, el mecánico José Martín Roniski (47) arrancó su declaración: "Si me permiten algo, yo quisiera pedir perdón. A Dios en primer lugar, pero también a la Justicia. En (el Juzgado de) Puerto Iguazú dije una cosa por miedo a ambas partes, pero eso me martilla la cabeza y voy a contar todo lo que vi".

Roniski fue testigo del enfrentamiento que protagonizaron De Fleitas y Sergio Ocampos (23) en el barrio Quintas Altas de la localidad de Andresito, en la frontera con Brasil. Ocurrió el 18 de julio de 2018, cuando el imputado volvía de una agotadora jornada de trabajo en los yerbatales de la zona.

Lo que se sabía hasta el momento es que la víctima y el imputado discutieron fuertemente, y que la pelea estaba vinculada a los intentos de Ocampos por reconquistar el amor de la mujer que hacía un tiempo estaba en pareja con De Fleitas.

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El mecánico contó que ese día estaba reparando su camión cuando el imputado regresaba a su casa. Vio que se escondió detrás de un árbol por algunos segundos y salió cuando su pareja, Claudia López, empezó a charlar con Ocampos.

El hombre le recriminó al joven el encuentro con su pareja. La discusión subió de tono hasta que Ocampos tomó una tabla y arremetió contra De Fleitas. Roniski dijo que el imputado recibió al menos dos brutales golpes que provocaron la rotura de la madera.

La pelea sigue detrás del camión. “Ahí yo no vi lo que pasó, pero se seguían escuchando los golpes de la tabla”, relató el testigo clave. "A los segundos vio a ambos hombres que se levantaban del piso. Ya era de nochecita. Pasó un auto y lo alumbró con los faros a Ocampos y vi que tiraba sangre, caminó sin control hasta caer al costado de la calle, donde murió", relató.

Los integrantes del Tribunal se acercaron, le exhibieron el croquis del lugar y repreguntaron, posiblemente en busca de alguna fisura en el relato, pero el mecánico se mantuvo firme.

Fue el fiscal del Tribunal, Federico Rodríguez, quien adelantó su postura: De Fleitas se había defendido de un brutal ataque y por ende pediría su absolución.

"Nadie está obligado a dejarse matar", dijo tajante Rodríguez. El fiscal aclaró que en el caso "no se dan los requisitos de legítima defensa, pero estimo que se da una situación no justificante pero sí exculpante, que es el estado de necesidad del imputado".

Un rato después, De Fleitas firmó su excarcelación y se abrazó a sus hermanos, que nunca lo abandonaron. El hombre sólo volvería a la Unidad Penal de Eldorado a retirar sus cosas, pero ya sin las esposas ciñendo sus muñecas.

Habían pasado dos años y nueve meses desde su detención.

Misiones. Corresponsal.

GL