Vestida de presa, Patricia Bullrich participó de la nueva protesta en Formosa

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En medio del cuarto día consecutivo de movilizaciones en la provincia de Formosa, donde cientos de vecinos y comerciantes volvieron a salir a las calles para protestar

por el endurecimiento de la cuarentena, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich participó de la marcha con un look particular: vestida de presa.

“Este pueblo no acepta más el sometimiento”, dijo Bullrich desde un escenario improvisado en la ciudad de Clorinda. Con una remera y una gorra negra y blanca a rayas finitas la ex ministra de Seguridad del gobierno de Mauricio Macri comparó a la provincia con una cárcel.

"Es una especie de cárcel social. Les controlan las redes sociales. Los siguen de distintos lugares. Aquí se fue construyendo un régimen a fuego lento, en 25 años", recalcó la ex funcionaria nacional, que en un video sostuvo que el oficialismo había cortado la ruta para impedirles la llegada a Clorinda, aunque finalmente sí logró llegar a la ciudad.

En su perfil de Twitter agregó: "Acá los comercios recién arrancaron en noviembre, cuatro meses después que en el resto del país, con días y horarios reducidos. Viven en un estado policial. Hubo familias que no pudieron ver a sus seres queridos".

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"Formoseños, no dejen de luchar por sus derechos. Lo que están haciendo es levantar la voz de un reclamo que lleva décadas silenciado por la tiranía. ¡Estoy con todos ustedes! ¡Libertad ya para Formosa!", destacó Bullrich.

Clorinda está de pie. Estamos con ustedes, todos juntos y en paz reclamando por una #FormosaLibrepic.twitter.com/UQsSu1owXC

— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) March 9, 2021

La de este lunes fue la cuarta jornada de marchas después de la represión de la Policía de Gildo Insfrán a los manifestantes que habían salido a rechazar el viernes el endurecimiento de la cuarentena. En esta oportunidad no hubo presencia policial y los vecinos se mantuvieron en la peatonal del centro con el reclamo de consignas como libertad, trabajo y educación, entre otras.

​La serie de protestas -inédita en los 25 años de Insfrán en el poder- comenzó como una reacción popular al regreso a fase 1 de la cuarentena en la ciudad capital y por la resistencia de comerciantes, que se sumó a las quejas por las violaciones de derechos humanos en los centros de aislamiento por Covid instalados en la provincia.