El caso Celta, Boca y Olaza: una señal de un mercado europeo en crisis y sus consecuencias para el fútbol argentino

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La situación que expuso en las últimas horas Eduardo Coudet, DT de Celta de Vigo, sobre el caso de Lucas Olaza y su

posible vuelta a Boca es también un pequeño panorama que muestra cómo la pandemia de coronavirus afecta por segundo mercado de pases consecutivo a la industria del fútbol. Una situación que se sufre en Europa y que repercutirá sin dudas en la Argentina.

"La realidad que estamos viviendo no le permite al club ejecutar lo que está firmado. No es un tema deportivo. Ojalá se solucione lo más rápido posible", explicó Chacho Coudet cuando se lo preguntó por qué el club de Vigo dejaría de utilizar al lateral izquierdo. La certeza: Celta no tiene liquidez ni límite presupuestario para abonar los 4 millones de euros que fijó como obligación de compra para el lateral que pertenece a Boca en el caso de jugar la mitad de los partidos de la temporada.

No es algo excepcional. LaLiga de España les comunicó en las últimas semanas a los distintos clubes que deben bajar entre un 5 y un 7 por ciento los presupuestos de sus planteles debido a la deuda que contraen las instituciones con la Liga, que es la que agrupa los contratos de los futbolistas.

Y así como en agosto fue Barcelona el que se desprendió sin plusvalía de varias de sus figuras solo para ahorrarse el costo de sus estratosféricos salarios (el uruguayo Luis Suárez, el chileno Arturo Vidal y el croata Iván Rakitic), el movimiento a días del cierre del mercado de pases en Europa encuentra a los clubes mucho más enfocados en ajustar sus números que en incorporar.

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En esta ventana -siempre más retraída en las inversiones- Real Madrid apuntó en la misma dirección que Barcelona. Y por segundo mercado consecutivo decidió no fichar e intentar bajar costos. Ya se desprendió de Luka Jovic (Eintracht Frankfurt), Take Kubo (Getafe) y negocia por estas horas el traspaso de Martin Odegaard al Arsenal. Una tendencia que también generó un efecto dominó en el resto de los clubes españoles, que solo movieron piezas pequeñas.

Lucas Olaza estuvo en Boca en 2018.

Lucas Olaza estuvo en Boca en 2018.

En ese contexto, la decisión de Celta de "colgar" a Olaza apunta más a lo económico que a lo deportivo como bien explicó Coudet. Porque el lateral uruguayo fue titular en casi todo el ciclo del argentino, pero está a pocos juegos de tener que llevar al conjunto gallego a pagarle a Boca por la totalidad de su pase. Eso en Brandsen 805 lo saben, pero ya han negociado una prórroga de su préstamo en junio pasado (con un cargo elevado) y ahora aguardarán al 30 de junio por él. ¿El motivo?

Celta busca extender la cesión de Olaza sin la obligatoriedad de su compra o rescindir de forma unilateral sin que eso suponga un costo extra. En Boca, más allá de la valoración deportiva que tienen de Olaza de cara al futuro, consideran que su retorno hoy sería acumular futbolistas en una zona en la que ya están Frank Fabra y Emmanuel Más. Y un agregado: ocuparía un lugar  como extranjero. Las charlas seguirán en la semana.

La "pintura" de lo que ocurre con el mercado europeo en estos días también repercutirá en la Argentina. Porque el "éxodo" pensado desde la variable económica y la devaluación de los salarios en el fútbol doméstico quizá deba retrasarse hasta mitad de año. Y así, salvo por mercados exóticos o búsquedas puntuales, los planteles sufrirán poco movimiento en el comienzo de una nueva temporada. Al menos en Boca ya están al tanto del escenario y si bien escucharán cualquier propuesta que llegue por sus futbolistas, entienden que esta ventana no será la más conveniente para negociar transferencias.