La vacuna rusa contra el coronavirus, para Nochebuena: el Gobierno ahora dice que llega el 24 y en un único avión

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“Las marchas y contramarchas (sobre la fecha de arribo de la vacuna rusa contra el coronavirus) tienen que ver con que todo el mundo hace nueve meses administra incertidumbre”.

La explicación, en boca de una alta fuente oficial, no podía ser más acertada. Reconocer debilidades es un gesto de transparencia que alegra, tras días de confusión: primero, el Presidente, Alberto Fernández, insistiendo en sostener -indeclinable- una ilusión que más que simbólica parecía, ya, caprichosa. “La vacuna llegará antes de que termine 2020”, afirmó varias veces. Luego, las autoridades de Salud, relativizando los dichos, al punto de dejarlos flotando en la triste sopa del “veremos”. Pero este jueves se respiraba otro aire: hay un plan. Se comunica en cuentagotas a medida que se ajustan los detalles. La fecha, el avión, las dosis, la logística.

La vacuna llegará el 24 de diciembre, no el 23, como se vino diciendo, tal vez sin contemplar las 18 horas (y más de 13.400 kilómetrosque median entre las capitales de Rusia y Argentina. El objetivo es embarcar las dosis en un vuelo non-stop, sin escalas, detalle que se está definiendo.

El avión será de Aerolíneas Argentinas, pero no una nave de carga sino un Airbus 330, de los que conoce cualquiera que haya tomado un vuelo internacional. Apenas pisen el aeropuerto de Ezeiza, las vacunas quedarán en un pequeño e ineludible limbo burocrático.

“Entiendo que el primer día hay todo un tema de documentación, por lo que supe de algunas reuniones operativas. Aunque las vacunas tengan 'arancel cero' y estén exentas, hay ciertos controles que hay que realizar”, explicó la fuente consultada. El principal organismo interviniente, desde ya, es la Aduana.

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Lyudmila Soboleva, una médica de 38 años, recibe la vacuna Sputnik V en una clínica de Moscú. (Sergey Ponomarev for The New York Times)

Lyudmila Soboleva, una médica de 38 años, recibe la vacuna Sputnik V en una clínica de Moscú. (Sergey Ponomarev for The New York Times)

Porque la ANMAT, se supone, ya habrá hecho su parte de acá al martes. Como ya contó Clarín, si bien el informe que elevarán las inspectoras de ese organismo (ahora en Rusia) es crucial, la ley de vacunas sancionada recientemente delegó en el Ministerio de Salud de la Nación la responsabilidad de autorizar las distintas partidas de vacunas contra el Covid-19.

Lo que dará la ANMAT se circunscribirse a una “recomendación”, según explicó una alta fuente del Gobierno que invocó los artículos 8 y 9 de la ley 27573. Se descuenta, no obstante, que será un “ok”, a esta altura, a juzgar por las palabras de la otra fuente, la que habló con Clarín este jueves:  “Las inspectoras están muy conformes con todo”.

¿Qué pasará después? Terminado el papelerío, comenzará la distribución que, ratificaron, “será equitativa entre las provincias, como ocurrió con todos los insumos durante la pandemia”.

Un especialista trabaja en la producción de la vacuna Sputnik V contra el coronavirus en San Petersburgo. Foto Reuters

Un especialista trabaja en la producción de la vacuna Sputnik V contra el coronavirus en San Petersburgo. Foto Reuters

Al cierre de esta nota, ni en el Ministerio de Salud porteño ni en el bonaerense o, adicionalmente, el mendocino (por mencionar algunos que consultó este medio) tenían detalles del “cómo”. Tampoco, la minucia de lo que más les importa a las jurisdicciones: cuántas dosis de esta primera tanda les tocarán exactamente.

Minuto a minuto

Una fuente del sector aeronáutico que pidió mantener su nombre en reserva explicó que, idealmente, el vuelo debería ser directo, teniendo en cuenta el tema de la refrigeración de las dosis. Detalló que, contra las 18 horas del viaje propiamente dicho, se contempla que el operativo lleve unas 40 horas, entre el tiempo de carga de la nave en Moscú y el operativo de ida y vuelta, en general.

Hasta este miércoles, el Gobierno planteaba “cuestiones de logística” por las cuales no se podía "cerrar" la controvertida fecha de llegada de las dosis. Esas "cuestiones" se circunscribían al desconocimiento (por falta de información provista desde Rusia) del tamaño de los paquetes o “bultos”  que agruparían las miles de dosis.

Este jueves se pudo confirmar que "eso ya está resuelto", y que alcanzará la bodega de un solo avión para traer la primera tanda de 600.000 dosis.

Las dosis de la vacuna Sputnik V que llegarán el 24 a la Argentina serán cargadas en la bodega de un solo avión. Foto EFE

Las dosis de la vacuna Sputnik V que llegarán el 24 a la Argentina serán cargadas en la bodega de un solo avión. Foto EFE

Esa bodega tolera hasta 16 toneladas, y se mantiene (cuando el avión alcanza la llamada “velocidad crucero”) a unos 40 grados bajo cero, mucho más que los 18 grados bajo cero que precisa la vacuna Sputnik V para mantenerse estable.

Sin embargo, más allá de que ni el frío polar de un avión ni el agobiante clima porteño deberían ser un problema en la estabilidad de un fármaco así (considerando que es usual apelar a las conservadoras con hielo seco), representantes locales del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) confirmaron que “mientras esté a mínimo 18 bajo cero, está bien. No importa si es 20 bajo cero o 50 bajo cero”.

¿Todos a bordo?

Las fuentes consultadas no descartaron que la comitiva argentina que evalúa la vacuna en Rusia (compuesta principalmente por la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti y al menos cuatro inspectoras de la ANMAT) se suba al avión, una suerte de escolta simbólica de las vacunas.

Desde el sector aeronáutico aclararon que “se supone que de acá en más, las vacunas se trasladarán en vuelos especiales, charters contratados por el Ministerio de Salud. En principio, no afectaría la logística que se subiera también la comitiva, ya que no afectaría demasiado el consumo de combustible. Al estar vacíos, sin cientos de pasajeros, estos vuelos van a tener autonomía para un vuelo directo. Pero todo se está definiendo”.

Son horas de gran ansiedad. Llegan las Fiestas, termina el peor año posible, hace calor, la gente se patea la cara de cansancio y el aire se va viciando con otra suba de contagios de coronavirus en la región.

Parte del proceso de producción y almacenamiento de la vacuna Sputnik V en Rusia. Foto EFE

Parte del proceso de producción y almacenamiento de la vacuna Sputnik V en Rusia. Foto EFE

Para colmo, vemos desfilar frente a nuestras narices las noticias de países que aprueban, acá y allá, la vacuna de Pfizer, una negociación en apariencia trunca, por más que desde el Gobierno insistieron, de nuevo este jueves, en que “se mantiene abierta”.

“Nos gustaría volver a la normalidad de siempre. El mundo ahora da autorizaciones de emergencia y empiezan a vacunar con desarrollos que no tienen ni un año”, concluyó la fuente oficial. Sin dudas, no queda otra: habrá que encontrar esperanza en el vuelo de Aerolíneas que llegará antes de Navidad.

DD