Cayó una banda que intentó hacerle un secuestro virtual a Gustavo Posse

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Una madrugada de angustia y desesperación le tocó vivir al intendente de San Isidro, Gustavo Posse (58). Ladrones lo llamaron a su casa haciéndose pasar por su hijo, le

dijeron que tenían a su familia de rehén y le pidieron un rescate a cambio de “no hacerles nada”. El caso terminó con el desbaratamiento de una banda “polirrubro” que se dedicaba a los secuestros virtuales y la venta de drogas.

Todo comenzó el martes a las 4.35 AM cuando el intendente dormía en su casa de Martínez y sonó el teléfono fijo. Del otro lado de la línea alguien se hacía pasar por su hijo Melchor (24). “Papá, entraron a casa, dijeron que eran policías. Entraron, se llevaron plata...”, escuchó Posse.

El jefe comunal está separado y sus hijos viven con su ex esposa en otra casa. “Me dijo: ‘tengo la boca ensangrentada’. Te hacen un entre en el que todas las voces de los hijos varones terminan siendo iguales”, relató Posse a Clarín.

Entonces el intendente le pidió a su hijo que se quedara tranquilo y le preguntó si le habían hecho algo. “Mi mente se puso en si cuando lo golpearon lo pudieron haber infectado con algo. Quería que se pusiera una toalla en la boca y pasarlo a buscar para llevarlo al hospital”, dijo. También le preguntó por su hermana y su madre. Pero el secuestrador que se hacía pasar por Melchor le respondió: “Pero vos no entendés, no entendés. Te voy a pasar con alguien, no hagas nada”.

BANER MTV 1
El auto usado por los delincuentes durante el intento de secuestro virtual a Posse.

El auto usado por los delincuentes durante el intento de secuestro virtual a Posse.

“Ahi dije ‘otra vez’”, contó el jefe comunal. Posse se dio cuenta que estaba siendo víctima de un secuestro virtual por segunda vez en tres años. En aquel momento lo llamaron a la mañana para decirle que tenían cautiva a su hija y le exigían un rescate pero, como indica el protocolo, cortó la llamada y se comunicó con Macarena, su hija, que le dijo que estaba en la facultad.

“Te dominan y te dicen: ‘bueno, amigo si no hace nada no le vamos a hacer nada a su familia. Le dije que bueno, entré en el teatro. Podía ser verdad o no”, relató el alcalde de Juntos por el Cambio.

Siempre hablando por la línea fija, los delincuentes le pidieron a Posse -nunca se dieron cuenta que estaban hablando con el intendente de San Isidro- que apagara su celular. “Yo busqué mi teléfono en la mesita de luz, pero lo encendí. Me preocupe, que justo no vaya a encenderse y haga ruido”, dijo.

La moto en la que iban los dos sospechosos grabados en la puerta de la casa de Posse.

La moto en la que iban los dos sospechosos grabados en la puerta de la casa de Posse.

“Me dicen: ‘¿cuánta plata va a juntar?’ y yo les inventé una cifra, les dije 1 millón de pesos, pero déjenme buscarlo”, relató. El tema es que Posse no tenía ese monto en su casa.

“Vamos a subir así vemos cómo junta la plata”, le dijeron. “Yo sabía que tenían mi dirección por el número de teléfono pero no el número de piso del edificio. Entonces les dije que abajo había seguridad, que no iban a poder pasar, que yo bajaba y se los daba”.

Los delincuentes le preguntaron a Posse cómo estaba vestido, les contestó que con una camisa celeste y un pantalón oscuro. Entonces le dijeron que enseguida lo volvían a llamar. “Se ve que en ese momento le iban a pasar el dato a uno que estaba esperando cerca”, agregó Posse.

“Yo aproveché para llamar al 4512-3333 del patrullaje municipal de San Isidro, el mismo que tienen los vecinos, porque si llamás al 911 pasás al lugar de gerenciamiento en La Plata y después te terminan derivando a la línea de acá”, dijo Posse. Pero en el medio lo volvieron a llamar los secuestradores virtuales. “Intento que la operadora escuche la conversación pero no llego a darle la dirección de la casa de mis hijos. Entonces les corto yo el llamado a los delincuentes y me conecto con los del patrullaje, les digo que vayan a tal dirección por una posible toma de rehenes, les conté quién era y que no podía volver a hablar”, dijo.

Los investigadores secuestraron teléfonos, dinero, una notebook, chips de celulares prepagos y marihuana.

Los investigadores secuestraron teléfonos, dinero, una notebook, chips de celulares prepagos y marihuana.

A los pocos segundos los delincuentes lo vuelven a llamar. “¿Por qué me cortaste?”, lo increpan. “Quiero escuchar el ruido de dónde está la plata”, le exigen. El intendente agarró un bolso de running que tenía a mano y abrió los cierres para simular que estaba juntando los billetes allí.

“Todo lo que tenía eran 38 mil pesos y yo les había dicho que tenía un millón”, comentó Posse, que tomó una decisión drástica: por miedo a que los delincuentes consiguieran subir y descubrieran que no tenía lo que les había prometido, eligió bajar a la cochera y escapar.

“Mientras bajaba por el ascensor seguía en línea, se pierde la señal, me subo al auto, me encierro. Se abre la puerta del edificio y al ver que no había nadie en la vereda me escapé fuerte”, relató.

El intendente fue hasta la casa de su familia, también en Martínez, y se encontró con los patrulleros. Abrió la puerta, fue a despertarlos a todos uno por uno y corroboró que se trataba de un secuestro virtual. “Le dije a la Policía que fuera a mi departamento y le preguntaran al portero si vio algo, alguna referencia y las cámaras del lugar”, afirmó.

En los allanamientos a cargo del fiscal Garbus encontraron ropa similar a la usada por los sospechosos.

En los allanamientos a cargo del fiscal Garbus encontraron ropa similar a la usada por los sospechosos.

Los investigadores también fueron al centro de monitoreo de San Isidro en el que se pueden ver las 1.800 cámaras del municipio. “Le di todo mi consentimiento al fiscal para que hiciera lo que tenga que hacer y me fui a descansar. Pero no podía dormirme”, dijo.

El caso quedó a cargo del fiscal Gastón Garbus, que ordenó una serie de medidas, entre ellas el entrecruzamiento de los llamados al teléfono del intendente y las antenas que se activaron en la zona.

Con el relato de testigos y el relevamiento de las cámaras, los investigadores vieron que por el frente de su casa pasó tres veces una moto con dos personas. A través de una técnica de seguimiento lograron ver que el vehículo regresó hasta una dirección en Boulogne, donde se bajaron y se pasaron a un auto.

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— Gustavo Posse (@gustavoposse) December 5, 2020

“Los siguieron tres días, fueron tomando teléfonos y patentes. Ahí se encontraron con que era una banda ‘polirrubro’, que a la tarde le sacaban plata a los jubilados con estafas telefónicas, a la noche hacían secuestros virtuales y también tenían una cocina donde producían droga y la vendían”, dijo el intendente.

En dos allanamientos en Boulogne y el barrio Eugenio Blanco de Lomas de San Isidro, el jueves la Policía detuvo a seis varones, dos mujeres, decomisaron teléfonos, droga, autos y operaban en dos departamentos.

“Lo que más me enoja es lo que pasa en la semana sobre todo con la gente mayor. Por eso hice el twit y salí a informarlo”, dijo Posse.

En el episodio anterior en el que el jefe comunal fue víctima de un intento de secuestro virtual de su hija, la Justicia desbarató a una banda que operaba desde una cárcel, que resultó condenada por ese episodio.

SC