Veranito financiero: ¿Se frena la salida de los depósitos en dólares?

Economia
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Con el super cepo cambiario del 15 de septiembre pasado se aceleró la salida de depósitos en dólares del sistema bancario. Lo que en los meses previos había sido un goteo

en ese momento se convirtió en una lluvia persistente. Hasta que en noviembre empezó a escampar: en lo que va del mes salieron US$ 5 millones contra los US$ 2.758 millones que se habían ido en los 45 días previos.  

A partir de la puesta en marcha del super cepo, que le cerró el acceso a la compra del dólar ahorro a una de cada cuatros personas que venían usando el cupo de US$ 200 mensuales, la brecha cambiaria se amplió y la salida de  dólares se incrementó

Desde entonces se retiró el 15,8% de los depósitos del sistema (US$ 2.758 millones).

El economista Bruno Panighel indica que el super cepo potenció un fenómeno que había arrancado con el resultado de las PASO de agosto de 2019 que anticipó el triunfo en octubre de la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner.

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"La dimensión de la corrida de las PASO fue impresionante", dice Panighel. "Hoy el sistema tiene solo el 44% de los depósitos en dólares de hace un año".

Panighel detalla que desde el 15 de septiembre hubo 33 ruedas seguidas de salidas de depósitos. "El primer aumento de depósitos se dio el 1 de noviembre, cuando se renovó el cupo del dólar solidario. Ocurrió porque las personas físicas al comprar su cupo aumentan los depósitos si no los retiran ese mismo día".

Luego del 1 de noviembre hubo 6 ruedas más de salidas: en esos días los que habían accedido al cupo de US$ 200 los retiraron de los bancos.

Pero a partir del 12 de noviembre, los datos del Banco Central mostraron que los depósitos aumentaron en 3 de 4 jornadas. "Esto da un indicio de que la corrida que comenzó el día del endurecimiento del cepo podría haber terminado. Al menos con la información disponible a hoy los depósitos en dólares dejaron de caer", señala Panighel.

Al 17 de noviembre los depósitos en dólares llegaban a US$ 14.715 millones. En lo que va del año salieron US$ 4.775 millones, una baja del 24%. En junio de 2019 los depósitos habían llegado a US$ 32.000 millones. 

Entre los elementos que juegan a favor de que la sangría de depósitos se vaya frenando está la reducción de la brecha cambiaria. Tras haber tocado el 150% el 23 de octubre, cuando el dólar blue llegó a $ 195, la brecha se fue retrayendo hasta el 80% actual. Esto dio lugar a un "veranito financiero", que llevó al dólar blue a tocar los $ 149 y desde allí ir remontando a la zona de los $ 160, donde desde a semana pasada parece haber encontrado un nuevo piso.

"El aumento de la brecha daba un premio incluso mayor al 100% por ir a retirar un dólar al banco y vendérselo a un arbolito en la esquina. Te llevabas una ganancia extraordinaria de $ 100 por cada dólar", sostiene Panighel.

El economista señala que otro de los motivos que incentivaban la salida de depósitos era que hasta el mes pasado "había expectativas de mayor cepo o de que incluso se tomara alguna medida extraordinaria como una pesificación asimétrica, o confiscación, o alguna nueva política que impidiera a las personas tener sus dólares en un futuro".

Ahora con la brecha por debajo del 100% esas expectativas tremendistas fueron aflojando. Sin embargo, el veranito no termina de disipar la incertidumbre.

"La caída de las reservas internacionales es preocupante debido a que no cambia de tendencia. En menos de un mes ya se perdieron más de US$ 700 millones. Así, las reservas brutas apenas rondan el 10% del PBI mientras que las netas de pasivos asociados al mismo balance de la autoridad monetaria no llegan al 1,5% del PBI", apunta la consultora LCG.

"Con esta escuálida posición de reservas es esperable que la brecha cambiaria se estanque en los incómodos niveles actuales entre 85% y 100%. Niveles tan altos mantendrán los efectos distorsivos sobre el lado real de la economía", señala LCG.

"El combo en su conjunto es preocupante, pocas reservas y a la baja, muchos pesos y menos demanda de circulante, expectativas de depreciación del 80% y brecha cambiaria del 100%", dice LCG. "Sin un plan que revierta expectativas o sin un cimbronazo este esquema no es sostenible. Más aún con la economía real con lenta recuperación y necesidades financieras del Tesoro en un contexto de veda en los mercados internacionales. El resto, por ahora es cheap talk en un juego donde las supuestas señales de moderación no afectan a las decisiones de los participantes".

AQ