Maduro acusa a Colombia y EEUU por atentado contra refinería

Internacionales
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El presidente venezolano responsabiliza a Colombia y EE.UU. por el “atentado terrorista” contra las instalaciones de la mayor refinería de petróleo del país.

“No tienen límites éticos o morales quienes dirigen a Colombia, atacar a una refinería (…) no tienen límites Álvaro Uribe e Iván Duque (expresidente y presidente de Colombia), que están detrás de estos ataques junto a organismos de inteligencia de EE.UU.”, denunció el jueves el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, durante un acto transmitido por la televisión estatal.

Durante una jornada con la clase obrera del país, el presidente venezolano habló sobre “un acto terrorista deliberado” contra la principal refinería del país, Amuay, con una especie de misil a distancia, que intentó destruirla, aunque no logró hacerlo, en un intento criminal de paralizar la progresiva recuperación en la producción de gasolina que se está haciendo en Venezuela para superar los efectos del bloqueo imperial.

En este sentido, el jefe del Estado bolivariano puso de relieve que estos atentados son manifestaciones de desespero para dañar las instalaciones estratégicas críticas del país sudamericano, tales como agua, gas, electricidad y combustible, enfatizando que “se considera un delito grave atacar los servicios fundamentales para la población”.

“Le pido al pueblo de Paraguaná, el pueblo de Falcón, que nos dé toda la información posible sobre elementos extraños cerca de la refinería y actuar con rapidez para la captura de terroristas que podrían estar pululando por allí”, aseveró.

Asimismo, Maduro dio a conocer que el Ejecutivo Nacional ha tomado medidas necesarias en el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (CEOFANB), y la Milicia Nacional Bolivariana para proteger las refinerías y las instalaciones fundamentales.

En otro momento de sus declaraciones, urgió a los trabajadores del país que en los proyectos de producción de la clase obrera contemplen la seguridad de las instalaciones. “Hay que poner un elemento central que es la seguridad, porque la oligarquía colombiana está en guerra contra Venezuela. Es una guerra y debemos ganarla con la producción y la seguridad”, afirmó.

El ministro de Petróleo de Venezuela, Tareck El Aissami, enfatizó el mismo jueves, que el país bolivariano sigue produciendo gasolina “como parte de las reservas necesarias para sostener cualquier tipo de acciones de la extrema derecha o cualquier grupo terrorista que pretenda desestabilizar la paz del país”.

El Complejo Refinador de Amuay, ubicado en la península de Paraguaná, en el estado Falcón (noroeste), es considerado como uno de los más importantes de América Latina. No es la primera vez que esa refinería ha sido blanco de ataque; en 2012 sufrió una explosión que provocó la muerte de decenas de personas, además de causar destrozos y derrumbes en viviendas de los alrededores y fuego en nueve tanques del complejo industrial.

nsr/ktg/tqi/hnb

El presidente venezolano responsabiliza a Colombia y EE.UU. por el “atentado terrorista” contra las instalaciones de la mayor refinería de petróleo del país.

“No tienen límites éticos o morales quienes dirigen a Colombia, atacar a una refinería (…) no tienen límites Álvaro Uribe e Iván Duque (expresidente y presidente de Colombia), que están detrás de estos ataques junto a organismos de inteligencia de EE.UU.”, denunció el jueves el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, durante un acto transmitido por la televisión estatal.

Durante una jornada con la clase obrera del país, el presidente venezolano habló sobre “un acto terrorista deliberado” contra la principal refinería del país, Amuay, con una especie de misil a distancia, que intentó destruirla, aunque no logró hacerlo, en un intento criminal de paralizar la progresiva recuperación en la producción de gasolina que se está haciendo en Venezuela para superar los efectos del bloqueo imperial.

En este sentido, el jefe del Estado bolivariano puso de relieve que estos atentados son manifestaciones de desespero para dañar las instalaciones estratégicas críticas del país sudamericano, tales como agua, gas, electricidad y combustible, enfatizando que “se considera un delito grave atacar los servicios fundamentales para la población”.

“Le pido al pueblo de Paraguaná, el pueblo de Falcón, que nos dé toda la información posible sobre elementos extraños cerca de la refinería y actuar con rapidez para la captura de terroristas que podrían estar pululando por allí”, aseveró.

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Asimismo, Maduro dio a conocer que el Ejecutivo Nacional ha tomado medidas necesarias en el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (CEOFANB), y la Milicia Nacional Bolivariana para proteger las refinerías y las instalaciones fundamentales.

En otro momento de sus declaraciones, urgió a los trabajadores del país que en los proyectos de producción de la clase obrera contemplen la seguridad de las instalaciones. “Hay que poner un elemento central que es la seguridad, porque la oligarquía colombiana está en guerra contra Venezuela. Es una guerra y debemos ganarla con la producción y la seguridad”, afirmó.

El ministro de Petróleo de Venezuela, Tareck El Aissami, enfatizó el mismo jueves, que el país bolivariano sigue produciendo gasolina “como parte de las reservas necesarias para sostener cualquier tipo de acciones de la extrema derecha o cualquier grupo terrorista que pretenda desestabilizar la paz del país”.

El Complejo Refinador de Amuay, ubicado en la península de Paraguaná, en el estado Falcón (noroeste), es considerado como uno de los más importantes de América Latina. No es la primera vez que esa refinería ha sido blanco de ataque; en 2012 sufrió una explosión que provocó la muerte de decenas de personas, además de causar destrozos y derrumbes en viviendas de los alrededores y fuego en nueve tanques del complejo industrial.

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