Cada nueve días, un policía mata a un ladrón durante asaltos en Provincia

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Salieron a robar y vieron la oportunidad en un motociclista que iba a trabajar con su mochila. Lo que los ladrones no sabían era que la víctima era un

title="policia-federal">policía federal. Uno de los motochorros, de 16 años, murió al recibir un balazo en el abdomen. Se trata del cuarto delincuente muerto por un integrante de una fuerza de seguridad en la Provincia en una semana. En todo el año suman 33.

La secuencia ocurrió este jueves cerca de las 7.30 en diagonal 74, entre 46 y 48, de Punta Lara, en La Plata. El blanco fue Walter Alejandro Benítez (40), cabo de la PFA que trabaja como custodio en la casa del ex sindicalista de la Uocra Juan Pablo “Pata” Medina, que está con prisión domiciliaria.

Según dijeron fuentes del caso a Clarín, dos motochorros asaltaron al agente. Uno de ellos se bajó y, a punta de pistola, le robó el vehículo y la mochila a Benítez. Los dos delincuentes escaparon uno en cada moto. Pero unos dos mil metros después, uno de los asaltantes cayó al asfalto. Tenía heridas compatibles con tres disparos.

Su cómplice frenó para asistirlo pero lo abandonó. Cuando los policías de la Estación de Ensenada y la comisaría 2° llegaron al lugar el adolescente se encontraba sin vida. Debajo de él había una réplica de una 9 milímetros. También estaban Benítez, el cabo de la Federal asaltado, y un compañero. Por eso ahora el agente quedó detenido mientras se investiga su participación en el episodio: si fue un caso de “legítima defensa” o de “gatillo fácil”.

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Como se dijo más arriba, el del adolescente de 16 años es el cuarto caso de un asaltante que muere baleado por un policía en la última semana en la Provincia de Buenos Aires, según datos relevados por Clarín.

En el año ya van 33 hechos de inseguridad en los que miembros de fuerzas de seguridad que son víctimas o testigos de un robo matan a un delincuente. Sin contar otros cuatro casos de enfrentamientos entre policías de uniforme y ladrones.

La cifra representa un caso cada nueve días y es otra manera más de medir el nivel de violencia que se vive en el conurbano bonaerense por la inseguridad.

En el mismo periodo, también en territorio bonaerense fueron asesinados 15 policías durante asaltos. Como viene señalando este diario, desde el inicio de la cuarentena obligatoria por el coronavirus, gran parte de los trabajadores esenciales que quedan en la calle entre la noche y las primeras horas de la mañana son policías. Así, muchos terminan siendo blanco de asaltos que se dirimen a los tiros.

Esta situación se suma a un fenómeno que se registra hace años y todavía no tiene una solución: los asaltos para robarles el arma reglamentaria a los agentes de fuerzas de seguridad.

El primer hecho ocurrió en Mar del Plata el 15 de enero cuando Mauro Osores, integrante del Grupo Halcón de la Policía Bonaerense, mató a Juan Cruz Vargas (22), que con otros dos cómplices intentó asaltarlo cuando estaba adentro de su auto con su novia en la zona del Parque Camet.

Nicolás Da Silva (22), el ladrón que asaltó a un policía y murió baleado, en Villa Albertina (Lomas de Zamora).

Nicolás Da Silva (22), el ladrón que asaltó a un policía y murió baleado, en Villa Albertina (Lomas de Zamora).

Según la declaración del agente ante la Justicia, uno de los asaltantes se le metió por la ventana del vehículo y empezó a golpearlo. “Soy policía, pará”, le habría avisado el oficial. Vargas recibió un disparo en el pecho y murió en el lugar.

Marzo y julio fueron los meses en los que más hechos de estas características se registraron, con seis cada uno. El 16 de marzo, un oficial de la PFA que estaba comprando en un almacén presenció el momento en el que una banda de ladrones entró a robar al negocio en Loma Hermosa, partido de Tres de Febrero.

El policía, que estaba de civil, se identificó y entonces se desató un tiroteo que terminó con Germán Daniel Villagra (28) muerto de un balazo. En el episodio también sufrieron heridas dos empleadas del lugar.

En julio ocurrió uno de los tantos casos en los que los agentes están acusados de “exceso” en la legítima defensa o en cumplimiento del deber. Lo que se conoce como “gatillo fácil”. El 19 de ese mes a las 6.15 de la mañana, el capitán de la DDI de San Isidro​ Juan Oscar Miranda (47), con 26 años como policía, estaba esperando en la parada de colectivos en Villa Albertina (Lomas de Zamora), para ir a su trabajo.

En ese momento dos ladrones lo amenazaron y le robaron la mochila. Él los persiguió y disparó 14 veces: uno de los tiros dio en la espalda de Nicolás Da Silva (22), quien murió en el lugar. Varios elementos recolectados en la escena del crimen complicaron la situación de Miranda, que todavía sigue detenido. Uno de ellos es que Silva tenía un arma de utilería. Otro, que el policía les disparó por la espalda cuando el ladrón ya había tirado la mochila al piso.

En el Conurbano ocurrieron la mayoría de los casos de policías que matan durante un asalto. La Matanza, con seis, es el distrito que más hechos registra. Le siguen Quilmes, con cinco, y Avellaneda, con tres.

De los 33 episodios la mayoría ocurrió en la vía pública o un comercio. Y una tercera parte fueron protagonizados por motochorros.

En total, en la Provincia hubo hasta este jueves 126 muertes por la inseguridad, de acuerdo a un relevamiento de Clarín sobre los hechos que tomaron trascendencia pública.

De los fallecidos 58 eran civiles, 15 integrantes de fuerzas de seguridad y 53 ladrones. Los 20 que no fueron asesinados por agentes que se defendían de un asalto murieron en casos de “legítima defensa”, tiroteos, choques durante una persecución y hasta una mordedura de perro.

En la Ciudad de Buenos Aires hubo un caso similar el lunes 19 de octubre, en el barrio de Barracas, cuando dos ladrones subieron a un colectivo a robar y viajaba un policía federal de civil. El agente Esteban Lagos (28) se identificó y fue asesinado a balazos por la espalda. También los delincuentes mataron al barrendero Roberto Bonifacio (43), que viajaba en el interno 4845 de la línea 100.

EMJ