Lo que no es puede llegar a ser. Esa moraleja dejó Pinocho cuando llegó al cine de animación en 1940. Aquel año resultó un fracaso comercial… pero el golpe de suerte
llegaría años después.
Una era artesanal, un sueño y un clásico que se volvió clásico también en cine. Se estima que se crearon 2 millones de dibujos para Pinocho y que finalmente más de 300.000 fueron utilizados en la película.
En septiembre de 1937, durante la producción de Blanca Nieves y los siete enanos, el animador Norman Ferguson se interesó por una versión traducida de la novela infantil de 1883 del italiano Carlo Collodi, Las aventuras de Pinocho. Dicha versión le llamó la atención a Walt Disney. Cuenta la leyenda que después de leer el libro "a Walt se le reventaron las tripas del entusiasmo", como Ferguson recordó más tarde.
Pinocho iba a convertirse en la tercera película del estudio, después de Bambi. Pero la adaptación de Bambi se retrasó y la producción de Pinocho tomó la delantera (la historia del pequeño ciervo finalmente se estrenó en 1942).
La historia es simple: un carpintero llamado Geppetto talla una marioneta de madera llamada Pinocho. La criatura cobra vida gracias a un hada azul, quien le promete que puede convertirse en un niño de verdad si prueba ser "bueno, sincero y generoso". Claro, los esfuerzos de Pinocho para convertirse en eso implicarán cruces y encuentros, a veces con "malas influencias".
Este filme fue el primero animado en ganar un Premio de la Academia -recibió dos por mejor banda sonora y por mejor canción original, When You Wish Upon a Star-. No todo fue color de rosa: de movida se convirtió un fracaso en taquilla. Las ganancias las obtuvo recién en su reestreno de 1945.
Originalmente el presupuesto era de 500.000 dólares, pero el desarrollo de la película hizo que se excedieran, por lo que terminó costando 2.5 millones, una de las películas más caras producidas en ese momento.
La primera edición de Pinocho.
Para la época fue toda una aventura. El personaje de Pepito Grillo, por ejemplo, requería 27 colores diferentes. Con el tiempo y el cambio de varios paradigmas, se revisitó la película con lupa y se la criticó desde otra óptica: la edición de agosto de 1993 de Playboy, por ejemplo, citó más de 40 casos de violencia y otros comportamientos desfavorables.
Debido a la guerra, la película no se estrenó ni en Alemania ni en Japón antes de la década de 1950.
Carlo Collodi era realmente Carlo Lorenzini, un periodista que se dispuso a escribir cuentos para niños. Tomó su seudónimo del pueblo natal de su madre, Collodi. Cuando publicó originalmente Pinocho en una revista, la intención suya era matar a Pinocho haciendo que se ahorcara. Por sugerencia de su editor, Lorenzini agregó los capítulos dieciséis a treinta y dos, dando a la historia un final feliz y creando el personaje del Hada Azul.
Una creación de Collodi que llegó al cine.
Paolo Lorenzini, el sobrino de Collodi, llegó a odiar esa película basada en el trabajo de su tío e incluso trató de demandar a Disney.
Una curiosidad más: el actor, autor y director mexicano Roberto Gómez Bolaños "Chespirito" utilizó parte de la partitura musical de esta película en la musicalización de su programaEl Chavo del Ocho.
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