Coronavirus en Argentina: dos gobernadores opositores van a monitorear los contagios y la situación sanitaria

Negro. Ambos conducen provincias vecinas y representan fuerzas locales, el Movimiento Popular Neuquino y Juntos Somos Río Negro. Suelen tener buen trato con los oficialismos nacionales, sea Cambiemos o el Frente de Todos.

Pero más allá de los alineamientos políticos, el convenio que sellaron tiene un fin más práctico y sanitario. Acordaron "la conformación de una Comisión Interprovincial de Monitoreo de la Situación Epidemiológica COVID-19, que podrá asimismo atender otras situaciones relacionadas (monitoreo de insumos, camas críticas, etc), con reuniones periódicas para la actualización y toma de decisiones conjuntas. Dicha Comisión será integrada por las áreas de Salud de ambas provincias, asistidas por el Ministerio de Gobierno y Comunidad de la Provincia de Río Negro, y el Ministerio Jefatura de Gabinete de la Provincia del Neuquén".

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Luego, el documento explica que "la Comisión aquí creada tendrá como funciones: a) Realizar un seguimiento epidemiológico conjunto respecto a COVID-19, con intercambio activo de información acerca de casos confirmados, casos sospechosos, contactos estrechos y otras situaciones que pudieran darse durante la evolución de la situación epidemiológica en las áreas y territorios de alta integración demográfica, social y económica de ambas provincias, en forma permanente. b) Establecer un mecanismo permanente de colaboración entre las áreas de epidemiología de ambas jurisdicciones, para la conducción de investigaciones epidemiológicas de casos, contactos estrechos, etc".

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Como antecedente, hace 10 días, otros dos gobernadores que no pertenecen al Frente de Todos (el jujeño radical Gerardo Morales y el salteño peronista Gustavo Sáenz) también anunciaron un acuerdo para controlar la circulación entre ambas provincias e incluso hicieron trascender que unirían fuerzas para presionar por fondos al Gobierno nacional. Lo de Gutiérrez y Carreras es un poco más amplio y formal. El neuquino viene moviéndose con cierta autonomía: fue el primero en descentralizar los testeos del Instituto Malbrán y también en restringir totalmente la circulación los domingos. Ahora intenta recorrer el camino inverso o, al menos, descomprimir un poco: va abriendo sectores de la economía local, con controles sanitarios.

Estos convenios y decisiones locales refuerzan la idea de una flexibilización regional de la cuarentena, según reconocieron los propios funcionarios nacionales. Hay dos provincias (Formosa y Catamarca) donde hasta este domingo no se habían registrado contagios. Chubut venía en ese lote privilegiado pero ahora tiene dos afectados. Otros distritos, como los mencionados Jujuy y Salta, más San Luis y Misiones, estuvieron varios días sin nuevos contagiados y también se evaluará su situación particular.

La preocupación central siguen siendo las dos Buenos Aires, en particular el área que comparten entre la Ciudad y el conurbano. Allí se concentra la mayor cantidad de contagiados y muertos. Por eso, ni sus gobernadores (Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof) ni el presidente Alberto Fernández ni los intendentes del GBA están convencidos de romper la rigidez del aislamiento.

Como adelantó este lunes Clarín, el Gobierno irá monitoreando cómo funciona la nueva flexibilización de actividades (delivery en comercio, mayor apertura de bancos) y en función del resultado no descarta volver a cerrar el grifo. Se enfocará con especial atención en el transporte público, uno de los principales factores de riesgo para la transmisión.