El oro, por ejemplo, uno de los activos considerados refugio en tiempos de incertidumbre, alcanzó, hace pocos días, una nueva marca por encima de los US$ 2.450 por onza, mientras que
la plata alcanzó máximos desde 2012, con un valor de US$ 32,5. Pero además, otros metales, como el platino o el cobre, también están registrando máximos. En el caso del cobre, subió más de un 25% en el año y rompió por primera vez la barrera de los U$S 11.000.