Ya lo dijo el personaje de Guillermo Francella en El secreto de sus ojos, la película argentina que ganó el Oscar a mejor película extranjera en 2010. “El tipo puede cambiar
de todo: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios... pero hay una cosa que no puede cambiar: no puede cambiar de pasión”. Giorgia Meloni, la primera ministra italiana, viene a contradecir esa intangibilidad de la pasión.