Ella misma estudió cocina y trabajó en Catalinas, el mítico restaurante de Ramiro Rodríguez Pardo, en
restaurantes de Dumas, en Londres, “fui moza, limpié baños, cociné, pero no me dediqué profesionalmente a la cocina”, dice la mujer, que sí lo hizo en el mundo del arte, donde se graduó como licenciada en historia del arte y trabajó en gestión cultural.