“A pesar de las pericias, el INAPL se siguió oponiendo a cualquier estudio o filmación. Cuando en realidad son actividades que no están prohibidas, aún cuando los restos sean arqueológicos, ya
que la restricción es a no tocar. No tiene peritos, ni ingenieros navales, pero dictaminó que podía ser una 'estructura portuaria'”, expresa Basti.