Flanqueado por sus abogados y con semblante serio, a las 9.30 de la mañana de Nueva York, Donald Trump ingresó este lunes en el tribunal, con su clásico traje oscuro y
corbata roja, para el comienzo de un juicio histórico que puede decidir su futuro político: por primera vez, un ex presidente de los Estados Unidos es enjuiciado penalmente y, además, es un candidato que busca regresar a la Casa Blanca en noviembre.